El poderoso ciclón Debbie- degradado ya a categoría 2- dejó graves daños materiales, cientos de casas destruidas y más de 60 mil afectados a su paso por la costa norte del estado australiano de Queensland, informaron hoy fuentes oficiales.
El primer ministro australiano, Turnbull Malcolm informó este miércoles tras el paso del ciclón, que por ahora no hay reportes de víctimas fatales, gracias a la oportuna evacuación de las zonas costeras, aunque la devastación se observa en todos lados.
En declaraciones a la prensa, el jefe de gobierno explicó que en este momento no es posible calcular los daños causados por el ciclón Debbie, ya que muchas viviendas y embarcaciones quedaron totalmente destruidas, principalmente en las localidades de Bowen, Proserpine, Mackay y Airlie Beach.
El ciclón Debbie tocó tierra la víspera en la costa norte de Australia a las 13:00 horas locales (05:00 GMT), como categoría 4, con fuertes vientos y vientos de hasta 260 kilómetros por hora (km/h), aunque perdió fuerza en su avance dentro del territorio.
“Será hasta mañana que se puedan evaluar los daños”, indicó el primer ministro australiano, tras comprometerse solicitar a las compañías de seguros «ser compasivas y consideradas” al apoyar a la gente de Queensland del Norte que perdió todo o parte de su patrimonio con la tormenta.
Malcolm indicó que en la espera de conocer la gravedad de la situación, instruyó a la Defensa a apoyar a los afectados y a las miles de personas que fueron desplazadas desde el fin de semana pasado a refugios temporales.
La Defensa australiana ayudará con la recuperación y un buque de carga de la armada llevará este miércoles suministros de ingeniería y humanitarias a las islas Whitsunday, una de las zonas más afectadas por el ciclón.
Más de 70 vehículos y 270 trabajadores y expertos en ingeniería están listos para ayudar a despejar caminos y restablecer las principales vías de comunicación, que quedaron anegadas, según un reporte de la cadena australiana ABC News.
De acuerdo con las autoridades locales, al menos 60 mil personas resultaron afectadas por la fuerte tormenta, mientras que miles carecen de electricidad, en su mayoría en la región de Mackay, donde decenas de casas quedaron destruidas.
La tormenta también provocó daños a las ventanas de innumerables edificios y comercios, mientras que cientos de automóviles fueron afectados por la caída de grandes árboles, postes de energía eléctrica y de anuncios espectaculares.
En la pequeña comunidad de Proserpine, un hombre resultó herido este miércoles por el derrumbe de un muro dañado por el ciclón, al intentar regresar a su vivienda, reveló Mark Ryan, ministro de la Policía, Bomberos y el Servicios de Emergencia de Queensland.
«He pedido a la gente que se quede en el interior de sus casas y los albergues, que se queden a salvo”, indicó el funcionario, tras admitir que la situación es muy grave para muchas familias que viven en las comunidades costeras en torno a la región de Whitsunday.
Algunas personas afectadas por el ciclón expresaron este tarde su frustración porque no han podido regresar a sus propiedades y comercios en el norte de Queensland e ignoran qué tanto daño sufrieron.
“Estamos desesperado por llegar y empezar el limpiar. Mi casa y mi negocios son mi vida y tal vez han sido destruidos” dijo Chris Crowe, uno de los residentes de Airlie Beach, que fueron evacuados antes de la tormenta.
Más de 150 carreteras han sido cerradas debido a las inundaciones y escombros que dejó Debbie entre las localidades Mackay y Ayr, con lo que los afectados no podrán regresar a sus hogares- al menos hasta el viernes próximo- cuando se prevé que sean reabiertos los caminos.
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