En Argentina, expertos y funcionarios públicos evalúan la prohibición de su consumo y venta.
Este año el Ministerio de Salud de Argentina divulgó las regulaciones sobre el uso del cigarrillo electrónico, producto que está prohibido desde hace tres años por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
De acuerdo a la disposición N° 322/11, se estableció que “el uso de estos dispensadores, además del potencial riesgo que presenta para individuos con patologías cardiovasculares, puede incluir en nuevos usuarios una dependencia a la droga”.
Las autoridades explicaron que se trata de un producto similar al cigarrillo convencional, que posee un mecanismo micro electrónico que vaporiza cartuchos con niveles variables de “nicotina, aceites esenciales de tabaco, sustancias aromatizantes, propilenglicol, glicerol”, entre otras sustancias, según la Administración en un comunicado del 9 de mayo de 2011, cuando informaron de su prohibición.
La medida se extiende a todo dispositivo similar al mencionado, como también a cartuchos que contengan nicotina, detalla el comunicado.
Asimismo, la Fundación Lovexair publicó su primera encuesta a neumólogos y especialistas en tabaquismo. Los resultados demostraron que el 97 por ciento de los expertos lo consideran un producto tóxico, el 2 por ciento beneficioso y el 1 por ciento inocuo, declara en su sitio web.
Así lo indicó el informe, realizado junto a Neumomadrid y la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET) en mayo del corriente año.
Los expertos recomendaron desde el año 2010 no utilizar el producto argumentando que “no han presentado hasta el momento evidencias científicas de su eficacia y seguridad”, informó el 7 de junio en dicho año.
En el 2008 la Organización Mundial de la Salud, OMS, informó que “no dispone de pruebas científicas que confirmen la seguridad y eficacia del producto”, según las declaraciones de la Dra. Ala Alwan, Subdirector General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental el 19 de septiembre de ese año.
La Dra. Alwan además señaló que “el cigarrillo electrónico no es un tratamiento sustitutivo con nicotina que tenga una eficacia demostrada”.
Desde el 14 de junio de 2011 Argentina dispone de la ley nacional de control de tabaco donde se establece la prohibición de fumar en todos los espacios cerrados de uso público o privado, quedando exceptuados los patios, terrazas, balcones y lugares de aire libre, sin contar en este caso las escuelas y servicios públicos.
También prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio de los mismos, haciendo uso de estas herramientas con los fines de advertir sobre las consecuencias de su consumo, entre otros puntos dispuestos por la ley.
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