El monte del Este o monte Taishan, el monte Song o monte Central, el monte del Oeste o monte Huashan, el monte del Norte o Monte Bei Hengshan y el Monte del Sur o Monte Nan Hengshan, son conocidas como las cinco montañas sagradas de China. Su altitud varía entre 1.360 a 2.190 metros.
El conjunto de las cinco montañas sagradas se fueron constituyendo progresivamente y aparece bien estructurado a partir de las Dinastías del Norte y Sur entre el año 420 y 589, donde con el desarrollo del budismo y las grandes escuelas taoístas, establecieron allí numerosos templos. Los taoístas hablaron en esa época de “los dioses de las cinco montañas”.
A partir de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), los Montes del Este y el Oeste perdieron muchos de sus templos budistas y empezaron a tomar un carácter casi exclusivamente taoísta.
En China, desde tiempos remotos, las montañas fueron lugares privilegiados para las actividades religiosas. La traducción de peregrinaje, chaosheng, es la abreviatura de chaobai shengshan, “ofrecer sus respetos a la montaña sagrada”.
Como “hijo del Cielo”, significa que los emperadores sentían el deber de ir durante su reinado, a la montaña sagrada para ofrecer un culto, o al menos, de enviar a una delegación. Lo hacían generalmente en su toma de poder para afirmar su calidad de titular del “mandato celestial”, especialmente cuando inauguraban una nueva dinastía.
La función turística y de ocio de las cinco montañas también se desarrolló muy pronto, sobre todo entre la alta sociedad que gustaba de ir a las alturas huyendo de los calores estivales.
Características de estas montañas
El Monte Tai
El monte Tai o Taishan, está situado cerca de las planicies de Qi y Lu, al Este de China, país de Confucio, actualmente provincia de Henan. Es el más antiguo de las montañas sagradas y conserva el título de “Primera montaña del mundo”.
Es el más antiguo de las montañas sagradas y conserva el título de “Primera montaña del mundo”.
A veces, se le llama el monte Dai: es un carácter chino formado por “montaña” y “generación”, lo que quiere decir que es el antepasado de las montañas sagradas. Es sobre el Taishan que Qin Shi Huang, emperador fundador de la dinastía Qin (260 a 210 aC) efectuó unas ceremonias al Cielo y la Tierra marcando así su llegada.
Encontramos allí el vestigio más antiguo y religioso de las cinco montañas, el templo dedicado al monte cuya fundación se remonta al Han Occidental (202 aC). El Taishan está inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO desde mayo de 1987.
Asociado a la aurora, al nacimiento y a la renovación, el monte Tai es a menudo considerado como el más alto de las cinco montañas. Los templos que se encaraman allí, atraen a numerosos peregrinos desde hace 3.000 años.
Su punto culminante, el pico del Emperador de Jade, tiene una altitud de 1.545 m. El Emperador de Jade es un dios chino de origen taoísta considerado como el jefe de otros dioses; está vinculado al Cielo y a la soberanía.
Su leyenda, cumple como todos los mitos taoístas con nombres y valores simbólicos, de hecho, el príncipe del País de la augusta luz y la extrema felicidad, está situado en el mundo de los cielos. Se dice que después de varios años sin heredero, el rey Pure y la reina Luz pidieron ayuda ritual a los maestros taoístas.
Poco después, la reina ve durante un sueño al sabio Lao Tseu que le lleva un niño rojo. Un año después, Yuhuang nacía al mismo tiempo que una gran luz invadía la habitación. El joven príncipe, dio prueba de su generosidad distribuyendo el dinero del tesoro real a los pobres y después de la muerte de su padre, se retiró para vivir como ermitaño, dejando la administración del reino en manos de los Ministros. Después de 3.200 kalpas1 se volvió inmortal y 100 millones de kalpas más tarde, se convirtió en dios bajo el nombre de Emperador de Jade.
El Monte Song
El monte Song o Songshan, llamado también monte Central, situado en la provincia de Henan, al este de China, ha sido el más visitado por los emperadores. El nombre de la región donde está situado es Dengfeng, cuyo significado, deng “subir” y fengWu Zetian (625 – 705) efectuó allí en el momento de la inauguración de su nueva dinastía. Wu Zetian fue la única emperatriz de China que fundó su propia, Zhou.
La montaña es también célebre como lugar, ya que es donde se encuentra ubicado el monasterio de Shaolin. Se encuentran allí los vestigios más antiguos chinos de observatorio astronómico que datan de Zhou Occidental (-1046 a -771 aC) así como un observatorio que data de Yuan, una dinastía mongol que reinó en China entre los años 1234 a 1368.
El Monte Hua
El monte Hua, Huashan, es el pico más espectacular entre las cinco montañas sagradas de China. Su nombre que significa “flor”, sale del aspecto que le dan, visto de lejos, las cinco cumbres que lo componen en forma de un loto, que por supuesto es una flor sagrada.
Está situado en Shaanxi, en el centro de China y siempre ha estado considerado como la cuna de la civilización china. Durante más de 1.100 años, trece dinastías establecieron allí su capital, Xi’an, y así quedó el centro político de China desde la dinastía Zhou (-1046 a 221) hasta la caída de la dinastía Tang, justo al principio del siglo X.
El monte Hua, Huashan, es el pico más espectacular entre las cinco montañas sagradas de China.
Hay una bonita historia que circula con respecto al monte Huashan: Las cinco cumbres de Huashan se levantan en cinco direcciones diferentes que para la tradición china corresponden a la teoría de los cinco elementos.
En esta teoría, se dice que todo el universo, desde lo más microscópico hasta lo más macroscópico, está formado por estos cinco elementos: metal, madera, agua, fuego y tierra. Así pues, cada pico está considerado como uno de estos elementos. El oeste estaría orientado al metal, el norte al agua, el sur al fuego, el este a la madera y el centro corresponde a la tierra. El Monte Huashan constituye pues en sí mismo un pequeño universo.
El Huashan era el lugar sagrado de los ermitaños taoístas deseosos de acceder a la inmortalidad. Numerosos reyes y emperadores honraron con su visita lo que consideraban como la montaña entre las montañas de China y lo convirtieron en un lugar para ceremonias reales. Allí practicaban su culto hacia los dioses y los antepasados.
Compuesta de numerosas paredes en pico, esta montaña tuvo siempre la reputación de ser peligrosa. Su principal cumbre representa un pincel elaborado verticalmente que culmina a 2.101 metros, sobrepasando a todas las otras cumbres de los alrededores.
Los caminos de acceso bordean profundos precipicios y son extremadamente difíciles y peligrosos. Aún hoy, sólo se puede subir la montaña por una sola vía que tiene 15 km de longitud. Hay un proverbio que dice: “Desde la antigüedad un sólo camino conduce al monte Hua” que significa, que hay un sólo medio de alcanzar sus fines.
El Monte Bei Heng
El monte Bei Hengse o Hengshan, también llamado Bei Hengshan está situado en Shanxi, provincia del Nordeste de China. Consta de dos cumbres de 2.190 y 2.017 metros, que están separadas por el cuello de Jinlong, llamado “dragón de oro”.
Numerosas batallas tuvieron lugar cerca de este paso estratégico. Bei Hengshan tenía, desde la época de la dinastía Ming, el apodo de “primera fortificación natural del Norte”. Se afirma que el Emperador Yao cazaba allí, se decía también que era un soberano modelo y se le atribuye la invención del calendario y del juego de Go.
El Monte Nan Heng
El monte Nan Heng o Hengshan, llamado también Bei Hengshan, está situado en Hunan, en el Sur de China y está compuesto por 72 cumbres. Zhurong, antepasado mítico convertido en dios del fuego, se dice que vivió y murió allí. La humedad que se eleva del estanque de Hengyang y del río Xiang corona casi constantemente la montaña de nubes, a la que se denomina “fumada del monte Heng”.
Además de los extraordinarios paisajes que ofrecen estas cinco montañas, están todas impregnadas de un halo espiritual y sagrado. Desde tiempos muy antiguos, los dioses y los hombres han cohabitado en China. Los chinos siempre asociaron a las montañas y a los ríos, a la creencia en Buda, al Tao u otras divinidades, lo que hace que en sus proximidades haya siempre un templo budista o taoísta.
Se dice también que en China todos los que quieren practicar el tao, fabricar los elixires de inmortalidad, evitar los disturbios y vivir ocultos, deben entrar en la montaña. Incluso hoy en día, es muy probable que en estas montañas vivan ermitaños y quizás algunos, desde hace muchos años.
1- Un kalpa = varios cientos de millones de años.
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