Dos hombres en California fueron arrestados a principios de este mes después de agredir a un guardia de seguridad que se rompió el brazo durante un altercado y se enfrentan a cargos por agresión, según las autoridades.
Los dos hombres fueron identificados como Phillip Hamilton, de 31 años, y Paul Hamilton, de 29 años, en un comunicado de prensa publicado el 11 de mayo por el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés).
Los dos sospechosos fueron arrestados el 1 de mayo poco después de que iniciaran una pelea con el guardia de seguridad no identificado, quien supuestamente le pidió a los dos hombres usar mascarillas dentro de la tienda minorista Target ubicada en Sepúlveda Boulevard en Van Nuys, Los Ángeles.
La fianza de los Hamiltons se fijó en 50.000 dólares, según la policía. Desde entonces pagaron la fianza y fueron liberados.
El guardia de seguridad confrontó a los hombres ese día por no usar mascarillas protectoras, un mandato estatal, según la publicación. Los Hamiltons se negaron a ponerse una mascarilla y el guardia de seguridad intentó escoltarlos fuera de la tienda.
Mientras los hombres eran escoltados fuera de la tienda y se acercaban a la salida, las imágenes de vigilancia publicadas por la policía de Los Ángeles el 11 de mayo muestran a uno de los sospechosos «sin provocación, se giró y golpeó a un empleado de la tienda, causando que él y el sospechoso cayeran al suelo», según el comunicado.
En el video se puede ver tanto el sospechoso como al guardia de seguridad golpeando fuertemente el suelo durante la pelea, hasta que el guardia lo toma del brazo después del altercado.
«Mientras estaba en el suelo, el empleado de la tienda se rompió el brazo izquierdo», según el comunicado. «Los paramédicos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles transportaron al empleado de la tienda a un hospital local y recibieron tratamiento por sus heridas».
En una declaración, Target dijo que agradecía el apoyo de la policía local y dijo que cooperaría con la investigación. «La seguridad de nuestros huéspedes y miembros del equipo es nuestra principal prioridad», dijo la compañía.
El incidente se produjo después de que el alcalde demócrata Eric Garcetti emitiera un mandato en el condado de Los Ángeles el mes pasado, exigiendo a todos los clientes el uso de mascarillas en negocios esenciales que permanecen abiertos en medio de la pandemia de virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Los negocios están autorizados a negarle la entrada a cualquiera que no lleve una cubierta facial después de emitirse el mandato.
Los residentes del condado de Los Ángeles podrían permanecer bajo algún tipo de restricciones de mantenerse en el hogar durante los próximos tres meses, a menos que se produzcan cambios importantes en la lucha contra el virus del PCCh, anunciaron las autoridades el 12 de mayo.
«El Condado de Los Ángeles continúa su progreso en el camino de la recuperación, con la reapertura planificada de las playas para la recreación activa y una expansión de las actividades de venta al por menor permitidas que se producirá mañana», dijo Salud Pública de Los Ángeles en un comunicado.
«Mientras se mantienen las órdenes de permanecer seguros en el hogar durante los próximos meses, las restricciones se irán relajando gradualmente bajo nuestra Hoja de Ruta de Recuperación en cinco etapas, mientras nos aseguramos de mantener nuestras comunidades tan seguras como sea posible durante esta pandemia», continuó.
El condado de Los Ángeles tiene 10 millones de residentes y ahora es el epicentro del virus del PCCh de California, con 34.428 casos confirmados y 1659 muertes hasta ahora, según las estadísticas de salud pública.
A inicios de esta semana, el martes, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció una medida para reducir aún más las restricciones del virus del PCCh, donde los condados del norte de California Butte, El Dorado, Lassen, Nevada, Placer y Shasta estuvieron entre los primeros del estado a los que se les concedió permiso para reabrir más rápidamente los negocios, incluidos los restaurantes que sirven comidas para sentarse, después de demostrar que han sido mínimamente afectados por el brote.
Sin embargo, esos restaurantes que vuelvan a abrir tendrán que reequipar sus comedores para acomodarse al distanciamiento social, cerrando las áreas donde los clientes se reúnen o tocan la comida, y dejando de poner mesas con condimentos compartidos como los recipientes de mostaza. Los menús deben ser desechables y ya no se permitirá la preparación de alimentos en la mesa.
La reportera del Epoch Times Katabella Roberts y CNN Wire contribuyeron con este informe.
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