Durante los últimos años de la Dinastía Zhou (1122 – 222 a.C.), el egoísmo aumentó a la par del desarrollo social de entonces. La antigua “gran virtud” de los emperadores de las dinastías Xia, Shang y comienzos de la dinastía Zhou fue reemplazadas por los intereses personales. Como resultado, la relación entre los Estados fue muy intensa y se produjeron muchas guerras.
Fue justo durante este período de tiempo que algunos grandes santos aparecieron en China. Si el Dao de las enseñanzas daoistas de Lao Zi se había convertido en la forma de regresar al verdadero ser original, la benevolencia de Confucio se convirtió en la enseñanza de las normas morales para la conducta humana.
Confucio (552 – 479 a.C.) es conocido en China como Kongzi, y su verdadero nombre era Kong Qiu. A los 18 años, la madre de Confucio se convirtió en concubina de un oficial de 66 años de edad, y cuando Confucio tenía tres años, su padre falleció. A pesar que era una persona muy talentosa, no era tan conocido en la sociedad de ese entonces.
Confucio trabajó para el gobierno desde el nivel básico, y fue responsable del ganado y la gestión del granero estatal.
A la edad de 51 años, fue promovido a funcionario de alto rango. Durante su gestión, abogó por el «principio de benevolencia» para gobernar el país y, lamentablemente, su filosofía política no fue adoptada por su monarca. Como resultado, Confucio no tuvo más remedio que renunciar a su cargo, así que decidió viajar y seguir promoviendo sus pensamientos benevolentes.
Dado que era una época de inestabilidad política, su filosofía política no obtenía reconocimiento entre la nobleza. En consecuencia, Confucio regresó a su ciudad, se dedicó a la educación y creó escuelas privadas donde reclutó a muchos de sus discípulos. Debido a su esfuerzo, su enseñanza se extendió a la sociedad civil y finalmente fue considerado como el primer educador de la historia china.
Su enseñanza incluye cuatro aspectos fundamentales: el conocimiento y el aprendizaje, las palabras y el comportamiento, la lealtad y el perdón, y la justicia. También estableció cuatro prohibiciones: sin suposiciones, sin arbitrariedades, sin terquedad y sin arrogancia.
Confucio rara vez habló sobre el interés privado y, si se tocaba el tema, él siempre lo relacionaba con el destino, la benevolencia y la virtud. Él podía iluminar a sus discípulos cuando no podían soportar las penurias y dificultades.
Confucio hizo una gran contribución a la educación, y fue el primer educador que impartió educación a la gente común. Tuvo más de 3.000 discípulos, independientemente de su clase, ya sean ricos o pobres, pues los que realmente querían aprender eran aceptadas por Confucio como sus discípulos y obtenían igualdad de oportunidades en la educación.
En la actualidad se lo recuerda como «el mayor sabio y maestro» del pueblo chino, pues enseñó a la gente cómo ser un ser humano bondadoso y practicar sus principios en la vida diaria.
Sus discípulos y las generaciones futuras se sintieron profundamente conmovidos por su justicia, bondad, humildad, cortesía, lealtad al país y cuidado de otras personas.
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