WASHINGTON- Es probable que las mujeres chinas y sus familias continúen sufriendo el dolor y la angustia de abortos forzados, esterilizaciones involuntarias, y enormes sanciones económicas bajo la nueva política de dos hijos en China, al igual que lo han estado durante los 35-años con la política de un solo hijo. Ese es el consenso de la declaración dada el 3 de diciembre, en la audiencia de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC).
El presidente Chris Smith (republicano de New Jersey) reconoció que la nueva política puede permitir más nacimientos, pero eso no cambia el incentivo para que «los funcionarios locales presionen o incluso obliguen a las madres a abortar un niño si el nacimiento no ha sido aprobado por el Estado y/o es el tercero de la pareja. Las familias chinas todavía no son libres para determinar el tamaño de sus propias familias».
Reggie Littlejohn, presidente de Derechos de la Mujer Sin Fronteras (WRWF), dijo que las restricciones en planificación familiar aún estarán en vigor. Las mujeres todavía tienen que obtener un permiso para tener el primer y el segundo hijo o ser objeto de aborto forzado.
«Va a seguir siendo ilegal que una mujer soltera tenga un hijo. Independientemente de la cantidad de niños permitidos, las mujeres que quedan embarazadas sin permiso todavía serán sacadas a la fuerza de sus hogares, atadas a una mesa, y obligadas a abortar a los bebés que quieren», dijo.
El senador Marco Rubio (republicano de la Florida), Quien es copresidente de la CECC, no asistió a la audiencia, pero presentó una importante declaración. Como padre de cuatro hijos, escribió de modo conmovedor, la nueva política no cambia el pasado trauma que las familias chinas sufrieron bajo la vieja política: «las mujeres siguen llorando al hijo que fue robado, los padres quedan a la deriva tras perder al hijo único que el gobierno les permitió tener, además muchas familias ya son demasiado viejas para sacar ventaja de este cambio de política. Lamentablemente este tipo de historias continuarán bajo la nueva política».
Nueva política no implementada
La audiencia aclaró otro error. La agencia oficial de noticias China, Xinhua, informó el 29 de octubre que se permitiría dos hijos para todas las parejas. Sin embargo, declaraciones posteriores de Xinhua a principios de noviembre describe la política de dos hijos como no válida aún y sigue siendo una «propuesta» que tendría que ser aprobada por la legislatura de Beijing el próximo año, dijo el doctor Nicholas Eberstadt, demógrafo del Instituto American Enterprise para Investigación de Políticas Públicas.
La política de dos hijos no es una realidad para Sarah Huang, madre y activista china, quien con su esposo se escondieron al darse cuenta de que la política de dos hijos no se aplicaría a ellos por alguna razón desconocida. Para proteger su identidad, Huang habló desde otro lugar fuera de la sala de audiencias, donde podría ser escuchada pero no vista. Ella y su marido quisieron un segundo hijo durante muchos años, dijo a través de un traductor. Pensando que la política de un solo hijo había sido anulada, pensaban que sus problemas se habían resuelto y estaban felices también por otras familias que querían más hijos. Pero el Estado chino, el empleador de su esposo, le dijo que «un aborto sería necesario y obligatorio». A su marido se le «amenazó y le dieron una fecha límite para demostrar que el aborto se había realizado».
Huang dijo que ella y su marido han tenido que trabajar duro para mantener alejados a los funcionarios del Estado de un aborto forzado. «Debido a esta realidad, he tenido que correr el riesgo de huir a Estados Unidos con el fin de proteger al bebé en mi vientre». Dijo que estaba «orgullosa de ser china», pero que se sintió obligada «a hablar sobre la realidad de lo que está pasando en China».
Después de que nazca su bebé, probablemente en Estados Unidos, la familia regresará a China, y probablemente pague una multa «cerca de 36.000 dólares», mucho dinero para la mayoría de los chinos. (De acuerdo con un estudio del 2013 realizado por la Universidad de Beijing, el ingreso familiar promedio anual en las zonas urbanas fue de US $ 2.600).
Si alguna vez la nueva política es implementada, ciertamente no será hecha por compasión hacia el pueblo chino, dijo Steven W. Mosher, presidente del Instituto de Investigación en Población. No son los más de 400 millones de abortos, o los cientos de millones de madres jóvenes que hicieron abortar y esterilizar por la fuerza en los últimos 35 años, o las decenas de millones de niñas que lamentablemente faltan en China, dijo.
«Lo que les quita el sueño es que se están dando cuenta que su política equivocada está paralizando el futuro crecimiento económico de China. Por lo menos durante los últimos dos años, la fuerza laboral de China se ha ido reduciendo. El año pasado, la potencial mano de obra se redujo en 3.71 millones. … Al mismo tiempo, la población con más de 60 años es explotada».
La mentalidad del estado ‘para planificar los nacimientos’
La política del hijo único en China que implica un sistema de política en planificación familiar y la supervisión de los nacimientos por parte del gobierno mediante medidas coercitivas de aborto forzado, esterilización involuntaria y la anticoncepción no sólo aparecieron de repente en 1980. De acuerdo con escritos y testimonios orales de Mosher, el Partido Comunista Chino bajo Mao Zedong, desarrolló un programa de control de nacimiento («jihua Shengyu») que estaba en funcionamiento en 1953, el cual exceptuando los momentos de grandes convulsiones políticas, tales como la Gran Revolución Cultural, ha continuado hasta nuestros días.
La naturaleza coercitiva en la política de nacimiento planificado se intensificó a principios hasta mediados de la década de 1970, antes del inicio de la política de un solo hijo. Mao pensó que era «anarquía» que las parejas determinaran el tamaño de su propia familia y que la planificación familiar con la orientación del Estado era superior a las viejas costumbres y conceptos tradicionales.
La propaganda del Partido exigía que el matrimonio fuera tardío y que todas las mujeres que tenían dos hijos usaran los DIU. La campaña fue concebida en términos de lucha de clases; los opositores eran «enemigos de clase». La propaganda del Partido dio la impresión de que la política de nacimiento planificado era popular y querida por el pueblo.
Mosher escribió que cuando hizo su primera investigación de campo en una zona rural de la provincia de Guangdong, en la década de 1970 antes de la política del hijo único, «todas las mujeres en edad fértil con tres o más hijos se insertaban un DIU, o se hacían ligadura de trompas. «Algunas mujeres habían sido esterilizadas por la fuerza. Mosher concluyó que «los cuadros locales habían seguido las órdenes al pie de la letra».
El comunicado del 29 de octubre anunciando la nueva política de dos hijos está escrito en los típicos lemas del PCCh para la ocasión: «minuciosamente aplicar la política para cada pareja con dos hijos o comenzar activamente a abordar el envejecimiento de la población», escribió.
A pesar de la propaganda, es evidente que las políticas coercitivas son altamente impopulares entre el chino común. Jennifer Li, que no es china, se trasladó con su marido a China hace siete años. Ella testificó en la audiencia, «En cuanto a la pregunta, ‘¿Quiere más de un hijo?» Le hice la pregunta a cientos de personas, jóvenes y viejos, durante mi estancia en China, y cada vez, la respuesta fue sí, ‘Me gustaría poder tener tantos como yo quiera. Pero no puedo'».
Li es cofundadora de China Life Alliance, que es una red religiosa de personas, iglesias y ministerios, que rescatan esas vidas que son amenazadas con el aborto, el infanticidio, el abandono, y el tráfico, según su sitio web.
Huang dijo: «En mi país, China, tenemos un dicho, ‘el cuerpo no le pertenece a la mujer». De hecho, se nos ha dicho esto toda nuestra vida. Esta forma de pensar ha penetrado en todos los aspectos de nuestra cultura y ha obligado a las mujeres como yo que están embarazadas a que sea necesario abortar y abandonar a nuestros bebés».
Continúan las esterilizaciones sin consentimiento
Littlejohn informó de algunos comentarios que recibió de aldeas con la que WRWF se mantiene en contacto. La nueva política de dos hijos no es vista como una gran mejora ya que la amenaza de esterilización no desaparece. Si una mujer tiene un niño como su primer hijo, es probable que no tenga un segundo hijo, ya que si lo hace, sería esterilizada por la fuerza. Estas esterilizaciones son perjudiciales para la salud general de la persona.
«Ellas nunca recuperan su vitalidad», dijo Littlejohn, quien citó un ejemplo en un pueblo donde las mujeres esterilizadas ya no podían bombear agua desde un pozo profundo.
Por otro lado, si el primer hijo es una niña, en virtud de la nueva política, las mujeres van a querer ocultar su segundo embarazo, porque van a ser esterilizadas de forma automática después del segundo nacimiento. Muchas mujeres abortaran su segunda hija bajo la política de dos hijos porque la pareja no va a poder buscar un niño a causa de la esterilización obligatoria efectuada después de haber tenido a una segunda hija. Alternativamente, la pareja podría tener la segunda hija y mantenerla oculta y no tenerla registrada, evitando así la esterilización y manteniendo la posibilidad de tener un hijo varón.
Jennifer Li, que en la audiencia describió la vida de una hija de una madre soltera: A esta niña se le negará el «hukou», lo que significa que va a ser tratada como no ciudadana, y «no podrá ir a la escuela [pública], ni ser tratada en un hospital o de viaje. «Sólo a las parejas casadas se les permite tener hijos en China. Así que a la hija no se le dará un certificado de nacimiento. Al carecer de una tarjeta de identificación, también se le negará un empleo legal, matrimonio y las prestaciones sociales estatales, y podría ser víctima de explotación.
El censo del régimen en el 2010 descubrió una asombrosa cifra de 13 millones de personas indocumentadas en China, escribe Stephanie Gordon en The Diplomat. Se animó a los padres a presentarse y se les prometió que la información no sería divulgada a la policía local o al departamento de planificación familiar. Aun así, el número es una estimación mínima y, sin duda, la cifra es mucho más alta.
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