«La pobreza no debería afectar la educación» dice un viejo refrán chino.
Tanto para campesinos como intelectuales, se sabe que los padres chinos son «esclavos de sus hijos». Una gran porción de sus ingresos va a la escolaridad de sus hijos, la cual perciben como la única salida a la pobreza. Aún así los esfuerzos por darles una mejor vida se diluyen en los cargos extras que las escuelas chinas agregan a los estudiantes.
China ha hecho que desde 2008, la matrícula de la educación obligatoria de 9 años sea gratis. Los estudiantes pagan un costo relativamente bajo por semestre (unos US$ 50 para la escuela primaria). Aún así lo que los padres terminan pagando excede por mucho ese monto. Además de pagar por clases extras, algunas escuelas ganan dinero por servicios como el uso del agua.
Un colegio de formación vocacional en China tiene limitada la cantidad de agua que pueden usar los estudiantes. Dice que es una forma de cultivar la consciencia de los estudiantes sobre la necesidad de conservar el agua. A los alumnos se les da una tarjeta con un cupo de 3 toneladas de agua, la cual deben pasar cada vez que usan el baño, se asean o lavan la ropa. Si se exceden ese límite, les cobran un costo adicional.
La noticia provocó miles de comentarios entre los usuarios de Weibo.
«Tal vez habrá más estudiantes que no tiren la cadena», escribió uno.
«Imaginen seis personas esperando en fila a la mañana para pasar la tarjeta para tener agua para lavarse… ¿deberíamos retrasar el horario de clase?» escribió otro.
«Por un lado, economizan el uso del agua, por el otro también es una forma oculta de juntar dinero. Una habilidad en el lugar justo».
Un informe del sitio web chino Sohu revela que los padres gastan entre 250.000 y 500.000 yuanes (de 37.430 a 74.860 dólares) en la educación y desarrollo de sus hijos. El Banco Mundial estima que el ingreso promedio anual en China es de unos US$7.925 (52,940 yuan) en 2016. En otras palabras, los padres gastan el equivalente a 5 a 10 años de ingreso anual en la educación de los hijos.
En 2003, el Ministerio de educación de China respondió a las quejas de los padres, clasificando tanto las recuperación de clases, como las suscripciones forzadas a revistas, uniformes escolares y útiles escolares como cargos arbitrarios. Posiblemente debido a la presión, las escuelas anunciaron que los cargos eran de elección personal.
Los montos van desde pequeños hasta importantes. Si un niño quiere ir a una escuela diferente a la que le fue asignada, el costo puede ser de unos 10.000 yuanes (US$ 1,497) por tres años.
Si un niño se toma una siesta programada durante el almuerzo, al padre se le puede cobrar 1 yuan (US$ 0,15) por día, o 2,5 yuanes si usa una cama.
Y todos los costes, grandes y pequeños, suman.
En la escuela media en la provincia de Henan, los estudiantes pagaban por servicios de limpieza de trastes, lo cual la escuela afirmaba que era «voluntario» y aprobado por el departamento de educación.
Según un artículo, la Escuela Media No. 2 del condado de Anyang, una escuela modelo provincial, recaudaba 75 yuanes de cada alumno en todos los años académicos. La cuota incluso aplicaba para algunos estudiantes del día que no comían en la escuela.
«El plan de cinco años de la escuela: Implementar paso a paso cargos desde la admisión al salón de cena, mesa para cenar, desarrollo de la cocina, desechar la basura, etc», comentó un usuario de internet.
«En nuestra escuela secundaria, a los que no usaban bus también se les pedía pagar por costes de transporte», escribió otro usuario.
La escuela media No. 2 no es el único caso. En septiembre de 2012, la Escuela media No. 5 de Wu’an en la provincia de Hebei fue criticada por cobrar a los estudiantes que cenaban en la escuela costes de limpieza, incluso si se traían su propia vajilla. La escuela devolvió lo recaudado luego de que el caso se hiciera público.
Una escuela primaria en el norte-centro de la provincia de Shanxi les cobraba a los graduados 243 yuanes por el certificado de graduación, la impresión y enmarcado de la foto de graduación, audio y otros cargos misceláneos. Los costes totales para el cuerpo estudiantil de 700 alumnos rondaban los 170 mil yuanes (US$ 25.452).
He Zhanyi, el presidente de la junta escolar, defendió los cargos extras.
«La escuela se auto mantiene y no se las puede arreglar para alimentar el personal docente y administrativo. Tenemos que pagar sueldos después de todo», dijo a Sanjin City News.
Los padres chinos no parecen muy esperanzados respecto a los montos arbitrarios. La Srta. Liu, quien trabajó en una universidad de la provincia de Jilin, contó a la agencia de noticias estatal Xinhua que al principio se negó a pagar por clases «voluntarias» fuera de horario escolar, pero luego desistió cuando se dio cuenta de que la maestra sólo anunciaba la tarea durante esas lecciones.
«Había más de 50 niños en la clase, y la mayoría pagaba por quedarse después de horario para estudiar… Al día siguiente cuando todos entregaban la tarea y tu niño no, se siente injusto pero aún así uno era castigado, ¿pero cómo puedes quejarte?, tu hijo estudia aquí», dijo Liu. «No queda otra que pagar».
Según afirma la versión en línea del periódico estatal People’s Daily, la Oficina de Auditoría Nacional de China estimó que los sectores educativos y escuelas de 19 ciudades recaudaron 502 millones de yuanes (US$ 75 millones) desde 2006 a 2007 por escoger la escuela (si un padre decide enviar a su hijo a una escuela que no le fue asignada, hay cargos extras), por recuperar lecciones y otros cargos que violan las regulaciones en los libros.
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