Corea del Norte declaró que probó su sexta bomba nuclear el 3 de septiembre, una jugada que fue condenada enfáticamente por el secretario general de la ONU, António Guterres, y el Presidente de EE.UU. Donald Trump, quien amenazó con dejar de comerciar con cualquier país que haga negocios con el apartado país comunista.
De todos los países que tienen vínculos diplomáticos con Corea del Norte, el que probablemente pueda sentirse más identificado con la amenaza de Trump es el régimen chino, el aliado más grande e históricamente el más leal de Corea del Norte.
A lo largo de los años, China apoyó a su vecino comunista, temiendo que el colapso del régimen de Kim pudiera hacer que miles de personas entren al país como refugiados.
El régimen chino también usa a Corea del Norte como pieza de negociación con Estados Unidos al afirmar que China es el único capaz de acercar al diálogo a Corea del Norte, dice Chen Pokong, un analista de asuntos actuales de China.
Pero el régimen chino tampoco quiere lidiar con las reacciones negativas y la inestabilidad que Corea del Norte creó en la región.
Por estas razones, Beijing mostró desaprobación hacia la política arriesgada de Corea del Norte, pero al mismo tiempo no ha hecho mucho por detenerla.
Tanto el líder chino Xi Jinping como el Presidente ruso Vladimir Putin, que estuvieron en una cumbre en China durante el ensayo nuclear más reciente, juraron de forma ambigua “tratar apropiadamente” con “las provocaciones de Corea del Norte”, según informó un medio de comunicación estatal chino.
Cuando Corea del Norte lanzó un misil sobre Japón el 29 de agosto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, pidió moderación a todas las partes y que todos estudiaran las “resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU”.
Esto plantea la pregunta de si China, en caso de un conflicto armado, en última instancia se pondría del lado de Estados Unidos o de su vecino rebelde.
Si bien el régimen chino bajo Mao firmó un pacto con Corea del Norte en 1961 que obliga a China a asistir a Corea del Norte en caso de un ataque, el gobierno de Xi ha comenzado a mostrar signos de que el histórico apoyo al régimen de Kim está por acabarse.
Previamente en agosto, China aprobó las sanciones de la ONU contra Corea del Norte luego de que Trump ejerciera una presión significativa sobre Beijing para refrenar a su vecino canalla.
Beijing también anunció a mediados de agosto que prohibiría las importaciones de productos como carbón, pescado y hierro de Corea del Norte a partir del 5 de septiembre, una jugada significativa considerando que alrededor del 90 por ciento de los ingresos por exportaciones de Corea del Norte provienen del comercio con China.
China supuestamente también ha estado fortaleciendo su frontera con Corea del Norte enviando más tropas a la región, manteniendo ejercicios militares y reuniendo inteligencia a través de una vigilancia 24 horas al día, 7 días de la semana.
Al mismo tiempo, China declaró que “nunca permitirá caos y guerra en la península”, según informó un representante de China a la ONU.
Lo que más deterioró la relación entre Corea del Norte y China fue la elección del momento que hizo Pyongyang. Tanto el misil sobre Japón como el ensayo nuclear ocurrieron cerca del 19º Congreso del Partido, un evento que tiene lugar cada cinco años, en el que es elegido el nuevo liderazgo de China.
“El Partido Comunista Chino necesita crear un ambiente estable [en miras al 19º Congreso del Partido]”, dijo Chen Pongkong. “Eso significa que el Partido Comunista Chino está dispuesto a hacer concesiones, incluso a someterse a humillación. [El líder norcoreano] Kim Jong Un ve esto, así que siempre elige el momento más crucial para provocar”.
Cuando Trump y Xi se conocieron en persona por primera vez en abril, Corea del Norte fue uno de los temas de conversación. Luego de eso, Trump dijo que entiende mejor la complejidad de la situación de China y que era optimista en cuanto a que Xi ayudaría a Estados Unidos a tratar con Corea del Norte.
“Tiene presiones que son difíciles, y entiendo. Y sabes, no hay que olvidarse de que China estuvo en guerra con Corea por muchos años, sabes, las guerras con Corea. No es como ‘Oh, sí, solo haz lo que decimos’. Han tenido numerosas guerras con Corea”, dijo a los reporteros de la Casa Blanca en julio.
A pesar de que el régimen chino ha acordado cooperar con Estados Unidos para sancionar a Corea del Norte, sus puntos de partida difieren. El régimen chino promueve que todas las partes se acerquen a la mesa, mientras que Estados Unidos quiere que Corea del Norte abandone su programa nuclear antes de sentarse a hablar.
No obstante, recientemente Trump insinuó que las negociaciones, sobre si Corea del Norte depondrá o no su arsenal nuclear, son inútiles.
“Corea del Norte es una nación canalla que se convirtió en una gran amenaza y vergüenza para China, que está intentando ayudar pero con poco éxito”, tuiteó el 3 de septiembre. “Corea del Sur está descubriendo, como les dije, que sus diálogos de pacificación con Corea del Norte no funcionarán, ¡solo entienden una cosa!”.
Lo que Kim quiere
Los analistas creen que Kin Jong Un ansía el respeto que proviene de ser reconocido como un poder nuclear y que no tiene interés en abandonar sus armas nucleares.
“Al ser una nación geográficamente pequeña, si es una gran nación nuclear, el imperio de Kim (su régimen dictatorial) durará para siempre. Así que Kim está buscando la estabilidad de su régimen”, dijo Chen Pongkong.
“El objetivo de Corea del Norte es obligar a Estados Unidos a aceptarlo como un estado nuclear y ser capaz de hablar con Estados Unidos sobre esta base”, dijo Wen Zhao, analista de asuntos políticos de Asia del Este de NTD TV.
No obstante, no parece que Estados Unidos y otras naciones permitirían voluntariamente a Corea del Norte convertirse en un poder nuclear.
Si Trump lleva a cabo su amenaza de cortar los vínculos comerciales con los patrocinadores de Corea del Norte, podría ocasionarse una guerra comercial con uno de los socios comerciales más grandes de Estados Unidos: China.
Trump no oculta el hecho de que quiere renegociar acuerdos comerciales con la segunda economía más grande del mundo, en este sentido, el pasado julio dijo a los periodistas: “He estado siendo más paciente [con China] porque me gustaría tener su ayuda… Pero debemos arreglar el comercio con China porque es muy muy no recíproco”.
“En cuanto a Corea del Norte, nuestra fortaleza es el comercio”, agregó.
Estados Unidos es el importador más grande de China. Si Trump lleva a cabo sus amenazas, el régimen chino podría verse obligado a elegir entre la supervivencia de su propia economía y la de Corea del Norte.
“Una vez que la presión sea suficiente, creo que el gobierno de Xi elegirá la opción con las menores consecuencias negativas”, dijo Chen Kuide, editor en jefe de China en Perspectiva, una revista de Princeton en idioma chino que cubre el movimiento democrático y los asuntos de derechos humanos de China.
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De NTD.tv
Tina Lin, de NTD News, contribuyó a este artículo.
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