El porcentaje de estadounidenses que apoyan la pena de muerte para las personas condenadas por homicidio se encuentra ahora en su punto más bajo en más de cuatro décadas.
Actualmente sólo el 49% de los estadounidenses está a favor de la pena de muerte para las personas condenadas por asesinato, mientras que el 42% se opone a ella. El apoyo ha disminuido 7 puntos porcentuales desde marzo de 2015, de un 56%.
El apoyo público a la pena capital alcanzó su punto máximo a mediados de la década de 1990. En 1994 ocho de cada diez estadounidenses (80% de la población general) favoreció la pena de muerte y únicamente el 16% se oponía.
La oposición a la pena de muerte es ahora el más alto que ha sido desde 1972
No obstante, el apoyo a la pena de muerte ha disminuido en la mayoría de los grupos, el Pew Research Center en los meses de agosto y septiembre de este año, llevó a cabo una encuesta en la que 1.201 adultos estadounidenses opinaron que la mayoría de los republicanos siguen favoreciendo en gran medida el uso de la pena de muerte en casos de asesinato, mientras que la mayoría de los demócratas se oponen. Manteniéndose a la fecha el 72% de republicanos y 34% de los demócratas a favor de la medida.
Por su parte los independientes, por primera vez en décadas son más propensos a oponerse al uso de la pena de muerte (45%) y están a favor de ella (44%). La participación de los independientes que apoyan la pena capital ha caído 13 puntos del 57% que eran el año pasado.
En cuestión de estadísticas demográficas, los hombres son más propensos a respaldar el uso de la pena de muerte que las mujeres, los americanos blancos apoyan más que los negros y los hispanos y las posturas sobre el tema también difieren por la edad, la educación y religión.
Más de la mitad de los hombres (55%) dicen que están a favor de la pena de muerte y el 38% se oponen. Las mujeres están más divididas: 43% a favor de la pena de muerte, el 45% se oponen a ella.
El 57% de los blancos se encuentra a favor de la pena de muerte por los casos de homicidio (frente al 63% el año pasado). Pero los negros y los hispanos mantienen tasas mucho más bajas: sólo el 29% de los negros y el 36% de los hispanos favorecen la pena capital.
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Existe sólo una poca diferencia por la edad y la educación en el apoyo a la pena de muerte. Los que se encuentran entre 18 y 29 años de edad 51% no lo apoyan y 42% a favor, mientras que los grupos de mayor edad (30 años en adelante) mantienen una postura más a favor con un 50%. Los que no tienen un título universitario son más propensos que aquellos con al menos un título universitario para favorecer el uso de la pena de muerte en casos de asesinato (51% vs. 43%).
Los protestantes evangélicos blancos continúan apoyando el uso de la pena de muerte por un amplio margen (69% a favor, 26% en contra). La línea principal de protestantes blancos también son mucho más propensos a apoyar (60%) y sólo el 31% se oponen a la medida. Pero entre los católicos y el religiosamente no afiliado, la opinión está más dividida: el 43% de los católicos a favor de la pena capital, mientras que el 46% se opone. Por otro lado, el 50% de los que están religiosamente no afiliados se oponen a la pena de muerte, el 40% apoya.
Un estudio más detallado del año pasado sobre las posturas de los estadounidenses hacia la pena capital, encontró que el 63% de la población pensaba que la pena de muerte era moralmente justificada, pero la mayoría dijo que había cierto riesgo de que una persona inocente fuera ejecutada (71%) y que la pena de muerte no retrae a la delincuencia grave (61%).
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