Ok, llamar a esto un «arte perdido» es un poco una hipérbole, porque hay algunas personas que realmente descansan por estos días. Pero no creo que la mayoría de la gente lo haga bien.
Podría hablar de la edad de la distracción, y de las redes sociales y dispositivos. ¡Bien! ya lo ha escuchado antes. Pero cualquiera que sea la razón, ya casi no descansamos.
Piénselo: cuando toma un descanso, ¿qué es lo que hace normalmente? ¿Ir a su teléfono o a su computador? ¿Revisar los mensajes, o las redes sociales, o sus sitios web favoritos? ¿Mirar videos en la web? Así es como la mayoría de la gente pasa sus descansos —incluyéndome a mí mismo. Yo soy parte de esto.
¿Qué sucede cuando termina el trabajo del día? Eso si alguna vez termina —muchos de nosotros trabajaremos prácticamente hasta que nos quedemos dormidos, si se nos permite. Pero si termina, ¿lee, mira y envía mensajes online? La mayoría de la gente que conozco hace eso.
¿Cuándo descansamos realmente, no solo nuestros cuerpos sino también nuestras mentes?
Lo necesitamos. Lo necesitamos de verdad.
Nunca estamos completamente energéticos, completamente presentes, completamente vivos. Esto significa que nuestras relaciones empiezan a carecer de energía y conexión. Significa que le quitamos la alegría a nuestras vidas. Puede que no sea cierto para todos, pero es cierto para demasiados de nosotros.
Me he sorprendido a mí mismo tomando descansos o finalizando el día, solo para tomar mi teléfono o mi portátil para deambular digitalmente sin sentido. Se siente como algo que quiero hacer cuando tengo tiempo de descanso —pero esto no es realmente descansar. No me siento renovado después, solo más agotado. Siento que me voy a reconfortar, pero no obtengo el descanso que realmente necesito.
Así que hablemos del arte perdido del verdadero descanso, y cómo redescubrirlo.
4 tipos de verdadero descanso
Para mí, hay un montón de formas de descansar que se perciben como muy nutritivas y regeneradoras:
- Cerrar los ojos, acostarme y no hacer nada. Esto puede o no resultar en una siesta. Puede ser más meditación. Pero no estoy leyendo, haciendo, mirando. Hay más sobre esto abajo.
- Salir al exterior sin usar un dispositivo. Conectarse con la naturaleza. Lo más probable es que se haga en soledad. Dejando que mi mente tenga algo de espacio mental y físico.
- Relajándome con alguien más. Sentir una conexión con ellos. Puede que no sea una conversación muy activa —si estamos hablando, tiene que ser algo que nos haga sentir conectados, relajados. Podríamos estar acurrucados sin conversar.
- Estar totalmente presentes con una simple actividad no laboral, como tomar el té. Este no es el momento de pensar en el trabajo, aunque esos pensamientos pueden surgir. No se trata de otra cosa que de tomar el té. Relajándose con la experiencia. Saborearlo. Empaparse. Un baño o un día de spa son otros ejemplos.
Probablemente hay otras formas de descansar de verdad. Tocando música, creando arte, bailando y más. Pero estas cuatro son mis favoritas.
Notará que no se necesita mucho para este tipo de verdadero descanso: no hay equipos ni dispositivos (tal vez té si lo tiene), ni espacios especiales (aparte de la naturaleza, si está a su alcance). Son cosas simples.
¡Simplemente nos olvidemos hacer esto!
Cómo relajarse mientras hace algo simple
Tomar una taza de té, dar un paseo, tomar un baño son todos relajantes. No tiene que estar acostado, tan solo cerrando los ojos.
La clave es hacer que esto sea lo único que haga. Una sola tarea. Relajarse. Poner todo en esta tarea, en lugar de estar saltando alrededor. Concéntrese en la actividad. Estar realmente con la taza de té, o en su caminata. Hágalo lentamente, saboreando la actividad.
«Tome su té lenta y reverentemente, como si fuera el eje sobre el que gira el mundo —despacio, uniformemente, sin apresurarse hacia el futuro».
-Thich Nhat Hanh
Esa cita resume el enfoque. Puede hacerlo con cualquier cosa, no solo con beber té. Estar completamente inmerso.
Una práctica poderosamente simple
Con esos enfoques de relajación en mente, los dejo con una simple pero muy poderosa práctica:
Cuando terminen con algo, hagan una pausa y noten si necesitan descansar. ¿Está cansado? ¿Tiene ganas de un verdadero descanso?
Si es así, dése unos momentos de verdadero descanso. No revise el teléfono, no lea o mire en Internet, no se ocupe de las pequeñas tareas. Un verdadero descanso. Una de las cosas discutidas arriba, o su versión del verdadero descanso.
Pregúntese a lo largo del día. Puede que descubra que necesitas el verdadero descanso más de lo que cree.
Leo Babauta es autor de seis libros, escritor de «Hábitos Zen», un blog con más de 2 millones de suscriptores, y el creador de varios programas online para ayudarle a dominar sus hábitos. Visita ZenHabits.net
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