Los países de la región del Caribe se preparan para la temporada de huracanes de 2020 condicionados por la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, que ha mitigado las medidas de prevención ante unas previsiones que reflejan la amenaza de cuatro poderosos ciclones.
La temporada de huracanes de 2020 para el Atlántico comienza este lunes, que según los pronósticos tendrá una actividad «cerca al promedio», de acuerdo la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EE.UU.
La entidad advierte de que en la cuenca atlántica podrían registrar de 9 a 15 tormentas tropicales y entre 4 y 8 huracanes, de los cuales entre 2 y 4 serían de categoría mayor, es decir de grado 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson.
Los Gobiernos regionales prevén por ello que puedan llegar huracanes a sus países en medio todavía de la pandemia.
Comienza la temporada mientras se prepara la reapertura
La temporada de huracanes en el Atlántico comienza cuando varias islas del Caribe se preparan para entrar en un delicado proceso de reapertura de fronteras.
La crisis del COVID-19 ha absorbido recursos financieros que estaban inicialmente destinados a los preparativos para los huracanes.
Jamaica, uno de los países más importantes de la región con cerca de 3 millones de habitantes, se encuentra entre Estados del área que han establecido pautas especiales para refugios y operaciones de emergencia en el objetivo de evitar contagios si uno de estos huracanes llegara a impactar la isla.
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, anunció que las directrices para evitar contagios por el COVID-19 están siendo finalizadas por la Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (ODPEM, en inglés) y el Ministerio de Salud y Bienestar.
«He ordenando a todas las entidades que garanticen sus acciones de preparación siguiendo la guía del Ministerio de Salud y Bienestar y nuestro Equipo de Gestión de Desastres», dijo Holnesse, durante una reunión del Consejo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres.
Ordenan la inspección de refugios
Holness, quien preside el consejo, dijo que ha ordenado que la inspección de los refugios se acelere dadas las implicaciones de la crisis de salud por el coronavirus durante la temporada de huracanes.
«Los arreglos en los refugios son de particular importancia para el Gobierno, dadas las medidas contra el COVID-19 como el distanciamiento social y el potencial de propagación del virus», señaló.
Las medidas introducidas por el Gobierno incluyen que los refugios tengan áreas de aislamiento para potenciales contagiados, a lo que se suman las tareas de desinfección.
Hizo hincapié en que proteger a los más vulnerables del país sigue siendo la prioridad, además de aconsejar que todos los municipios permanezcan en alerta máxima durante la temporada de huracanes.
Otro territorio caribeño, Dominica, que en los últimos años ha sufrido las consecuencias de los huracanes, no está tan bien organizado y carece de los recursos de su vecino.
El COVID-19 merma recursos para la temporada de huracanes
El ministro de Seguridad Nacional y Asuntos de Interior de Dominica, Rayburn Blackmoore, admitió que el impacto de COVID-19 ha supuestos desafíos y recursos adicionales que pueden mermar la respuesta del país ante la temporada de huracanes que ahora comienza.
Blackmoore dijo a Efe que el nivel de ayuda externa que Dominica podría obtener en otra temporada ahora no estará disponible, por lo que habrá que adaptarse a los cambios que trae la crisis del COVID-19.
«Hemos demostrado que somos capaces de enfrentar desafíos, tal y como hemos visto hasta ahora en nuestra respuesta al COVID-19 y aún más los grandes avances que hemos logrado desde el huracán María en 2017», dijo el funcionario.
Blackmoore indicó que ha cumplido con su deber de asegurarse de que todos los implicados participen activamente en la planificación de la nueva temporada de huracanes.
«Reconocemos que los refugios de emergencia durante esta temporada requieren los arreglos necesarios, ya que todos debemos cumplir con los requisitos de distanciamiento físico», señaló Blackmoore.
Dijo que, a pesar del COVID-19, todos los esfuerzos continuarán para garantizar la seguridad y el bienestar de todos.
Granada trabaja de cada a la temporada de huracanes
La isla de Granada, de poco más de 100,000 habitantes, ha comenzado a trabajar en medio de la pandemia de COVID-19 para la temporada de huracanes del Atlántico.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (NADMA, en inglés) de Granada trabaja para garantizar que, en medio de su respuesta a la pandemia de COVID-19, también se active su plan de preparación para huracanes, asegurando que toda la normativa obligatoria esté lista.
El Consejo Asesor Nacional de Emergencia (NEAC, en inglés) convocó recientemente una reunión general, donde todos los sectores representados en el organismo informaron sobre su nivel de preparación para la próxima temporada.
El ministro de Estado -responsable de la gestión de desastres-, Winston Garraway, dijo a Efe que su agencia continuará trabajando con todos los socios para aumentar la preparación y coordinar las capacidades de respuesta y recuperación.
En el archipiélago atlántico de Bahamas, donde el huracán Dorian causó estragos el año pasado, los esfuerzos de recuperación aún están en marcha en Gran Bahama y las Ábaco, mientras que el archipiélago continúa luchando contra COVID-19, que ya se ha cobrado más de una decena de vidas.
Los esfuerzos del país en prepararse para reabrir sus fronteras a los visitantes tras lo peor del COVID-19 ha provocado que se lleve a cabo poco para la preparación de la temporada de huracanes.
Aumenta el déficit fiscal en Bahamas
El Gobierno liderado por Hubert Minnis reconoció que en los últimos nueve meses el déficit fiscal aumentó en un 79 %, lo que limita la disponibilidad de recursos para la temporada de huracanes.
El ministro de Finanzas de Bahamas, Peter Turnquest, dijo que el país sufre todavía los efectos del huracán Dorian de septiembre de 2019 y que, obviamente, la pandemia de COVID-19 va a pesar aún más en el desempeño fiscal.
El huracán Dorian provocó la pérdida de más de 70 personas, además de pérdidas económicas de unos 3400 millones de dólares, más de una cuarta parte de la producción anual de las Bahamas.
El Caribe ha usado gran parte de las reservas fiscales que normalmente habría destinado a responder a la temporada de huracanes para atender al COVID-19, según dijo el presidente del Banco de Desarrollo del Caribe, Warren Smith.
Los países, por ello, han recurrido a fuentes de financiación como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras, los nuevos protocolos de salud para la preparación de la temporada de huracanes tienen un costo adicional que pesa en sus arcas públicas.
La directora de la Agencia de Manejo de Emergencias por Desastres del Caribe (CDEMA, en inglés), Elizabeth Riley, señaló que la organización ha revisado las pautas de procedimientos para prevenir la propagación del virus, incluido el distanciamiento social y el equipo de protección personal.
Las perspectivas económicas no parece que vayan a mejorar pronto, ya que el Caribe enfrenta una contracción regional de su economía de más del 6 % para este años, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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