Cuando Estados Unidos ayudó a China a unirse a la Organización Mundial del Comercio en 2001, fue con la expectativa de que el Partido Comunista Chino alinearía su sistema con las leyes y normas internacionales.
Casi 16 años más tarde, China se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo. Pero el Partido ha llevado al país asiático hacia atrás en términos de derechos humanos y del estado de derecho, de acuerdo al informe anual de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) del 2016.
«El historial de derechos humanos del gobierno chino es totalmente deplorable» dijo el presidente y representante de la CECC, Chris Smith (Republicano de New Jersey) en un comunicado.
«Es un momento oscuro para los defensores de derechos humanos, disidentes y reformadores de China», agregó.
(De izquierda a derecha: el senador de EE.UU. Marco Rubio (Republicano-Florida) y el representante Chris Smith (Republicano-New Jersey). (David Calvert / Getty Images y Kris Connor / Getty Images))
Por su parte, el senador Marco Rubio (Republicano de la Florida) señaló en un comunicado: «China de hecho ha utilizado el sistema internacional basado en normas para alimentar el gran crecimiento económico, al tiempo que restringe aún más la libertad y aumenta la represión«.
El informe bipartidista de 346 páginas llama la atención sobre 19 áreas problemáticas en China hoy en día, incluyendo la severa represión contra abogados de derechos humanos; el abuso de tibetanos, uigures y los solicitantes de asilo norcoreanos; el compromiso con el principio autónomo de Hong Kong de «un país, dos sistemas»; la contaminación ambiental y la represión de grupos religiosos.
Falun Dafa, el quid de la cuestión
(Practicantes de Falun Dafa realizan representaciones de los métodos de tortura empleados a gran escala por los funcionarios chinos contra los practicantes en China, durante un evento en Estados Unidos. (La Gran Época))
Algunas de las áreas problemáticas de derechos humanos del régimen se cruzan con la persecución de una disciplina espiritual tradicional china.
El informe de la CECC señala que los practicantes de Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, todavía enfrentan «constante acoso y abuso» después de que el régimen pusiera en marcha su campaña de persecución en 1999.
Según el informe, «las organizaciones de derechos humanos y los practicantes han documentado prácticas coercitivas y violentas contra los practicantes de Falun Gong durante la detención, incluyendo descargas eléctricas, privación del sueño, privación de alimentación, alimentación forzada, administración forzada de fármacos, palizas, abusos sexuales y la reclusión forzada en instituciones psiquiátricas«.
(Una manifestación pacífica de Falun Dafa en Chicago mostrando cómo funcionarios del Partido Comunista alimentan forzadamente a los practicantes en prisión. (Minghui.org))
Ni siquiera los abogado se salvan
Abogados defensores de derechos humanos que tomaron casos de Falun Dafa también fueron atacados por el régimen.
El profesor de leyes, Zhang Zanning fue acosado en noviembre de 2015, mientras que el prominente abogado de leyes Wang Yu fue detenido oficialmente en enero de 2016.
(Gao Zhisheng, abogado de Derechos Humanos, perseguido por defender la libertad de creencia de minorías en China. Izq: 2 de noviembre de 2005 en su oficina de Beijing. (Verna Yu/AFP/Getty Images); Der: Foto de 2017 donde muestra cómo se le cayeron los dientes por las diversas torturas en prisión. (publicada por activistas en China))
El régimen persiste en la restricción de los movimientos de Gao Zhisheng, uno de los primeros abogados chinos que defendió a los practicantes de Falun Dafa.
Asimismo el republicano Smith destacó que «los practicantes de Falun Gong detenidos y otros prisioneros, según los informes fueron víctimas del horrible crimen de extracción forzada de órganos«.
((Dramatización de la sustracción de órganos de practicantes de Falun Dafa en campos de concentración llevada a cabo por el comunismo chino, en Taipei, Taiwán, el 23 de abril de 2006). (PATRICK LIN/AFP/Getty Images))
La responsabilidad de la comunidad internacional
El informe de la CECC del año pasado «muestra una situación sin lugar a dudas sombría del deterioro de los derechos humanos y el estado de derecho en China», concluyó el senador Rubio.
Por eso, los congresistas priorizan la necesidad de que la comunidad internacional tome cartas en el asunto.
De hecho, el 13 de junio de 2016, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó por unanimidad una resolución que condena la práctica del régimen chino por la extracción forzada de órganos de los practicantes de Falun Dafa.
A pesar de las relaciones comerciales entre ambos países -dijo Rubio-, Estados Unidos «estará junto a los reformadores y los disidentes de ese país y presionará al Gobierno chino y al Partido Comunista para que respete los derechos humanos fundamentales y mantenga el estado de derecho, de la misma manera que un país responsable lo haría».
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