A veces, sin pensarlo nos encontramos con situaciones o en lugares que nos resultan un tanto irreales y nos es difícil expresarlo con palabras. Tampoco importa la edad, ni el lugar en el que nos encontremos para dejarnos invadir por las maravillas de la naturaleza.
Algo así sucedió con Mads Nordsveen, un joven fotógrafo noruego de 24 años dedicado a capturar paisajes, estilos de vida y viajes.
Mads ha recorrido el mundo capturando vistas espectaculares como los acantilados franceses, las playas de California rodeadas de palmeras y la aurora boreal, pero en ocasiones se ha encontrado en situaciones que son poco probables pero muy afortunadas y que ha logrado retratar de manera única gracias a sus habilidades que, de hecho, le han ganado miles de admiradores en las redes sociales.
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Mads, que reside en Oslo, se caracteriza por capturar momentos mágicos, de destinos únicos en todo el mundo y, en esta ocasión, mientras se encontraba recorriendo el norte de Noruega, como salido de un mágico cuento de Navidad, apareció ante sus ojos un pequeño reno blanco.
En su cuenta de Instagram, Mads publicó que “iba caminando por las montañas, buscando bonitos paisajes para mis fotos de viajes, cuando de repente vi a esta maravillosa criaturita” que salió de entre la nieve.
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Era un hermoso reno blanco. Los renos blancos son considerados muy raros, cuya inusual apariencia es causada por una condición genética que elimina el pigmento de su pelaje, pero no es albinismo. Según algunas tradiciones escandinavas, ver a un reno blanco se considera un signo de buena suerte.
Mads y sus amigos se callaron inmediatamente y se sentaron muy quietos en la nieve. Mientras que a unos cientos de metros divisaron a un reno marrón que Mads pensó se trataba de la madre.
«Si no fuera por sus ojos oscuros y las astas color hueso que sobresalían en el aire, el becerro podría haber parecido otro montículo de nieve», dijo Mads mediante un correo a The Washington Post.
Y a pesar que el pequeño reno se confundía con la nieve, no tuvo mayores problemas para fotografiarlo, “se acercó mucho a mí y nos miramos directamente a los ojos. Estaba muy tranquilo cuando vio que no tenía malas intenciones, se comportó como si estuviera posando para mis fotos… era muy curioso y divertido, como un pequeño explorador”.
El joven fotógrafo recordó haber estado tan fascinado, que pasaron unos segundos antes que su «instinto de fotógrafo» se activara. Tomó su cámara y comenzó a disparar.
Luego de unos minutos apareció la madre por detrás de los árboles y el pequeño reno por un momento se quedó muy cerca de Mads, antes de correr hacia ella. “Fue algo mágico, como de cuento”, expresó Mads según el portal BoredPanda.
En otras ocasiones, este joven fotógrafo explorador, ha tenido la suerte de encontrarse con raros animales como un lince.
Ver esta publicación en InstagramMagical moment in the mountains around Bardu. Seeing a lynx up close for the first time 🐆
También se encontró con lobos en el norte de Noruega.
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Mads, a pesar de ser un fotógrafo tan joven, posee a sus 24 años una infinidad de fotos, cada cual mas hermosa, lo que justifica que haya logrado destacar entre sus colegas.
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Mira este lindo rescate de una pobre cierva atrapada en un árbol
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