Este lunes entró en vigencia en el estado estadounidense de Texas una nueva ley que permite portar armas dentro de las universidades, en medio de una creciente ola de violencia en el país por frecuentes tiroteos que devienen en masacre.
La norma- que fue aprobada por la Legislatura de mayoría republicana- habilita a quienes tengan un permiso de portación de armas otorgado por el estado, una condición que excluye a menores de 21 años, para que puedan llevarlas a la mayoría de las instalaciones universitarias.
La iniciativa rige solo para las universidades públicas de Texas donde cursan más de 500.000 estudiantes, mientras que en las instituciones privadas- que podían optar por sí o no a la norma- optaron por no hacerlo.
Sus defensores argumentan que la presencia de personas armadas permitirá salvar vidas en el caso de un tiroteo, en tanto los detractores alegan que es una bomba de relojería y que la presencia de alumnos armados no fomenta el espíritu de debate universitario, informó La Nación.
Este debate se presenta el mismo día en el que se conmemora el 50º aniversario de la masacre de la torre del reloj. El 1 de agosto de 1966, Charles Whitman, un ingeniero de 25 años subió a la torre del reloj de la Universidad de Texas en Austin con un rifle francotirador mientras abría fuego de manera indiscriminada. En total resultaron 16 personas muertas y más de 30 heridas por el brutal ataque, antes de que la policía lograra abatir a Whitman.
Un portavoz de la Universidad, J. B. Bird aseguró que se trató de una «desafortunada coincidencia». «Estos dos acontecimientos no están relacionados en absoluto y los estamos manteniendo completamente separados» añadió, en declaraciones al diario Wall Street Journal. Sin embargo, la comunidad está muy sensible al recordar el trágico suceso.
Tras esta ley, Texas se convierte en el octavo de los estados estadounidenses que permiten portar armas ocultas dentro del campus universitario. Colorado, Idaho, Kansas, Mississippi, Oregón, Utah, Wisconsin ya podían hacerlo, mientras que Arkansas y Tennessee permiten portar armas a ciertos miembros de la facultad, pero no a los estudiantes ni al público general.
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