MADRID, 30 mayo (Reuters) – – El pívot de la selección española de baloncesto Pau Gasol causó el lunes una gran polémica al afirmar que está evaluando si asistirá o no a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por los riesgos asociados al virus de Zika.
El jugador de los Chicago Bulls, una de las figuras más relevantes del deporte español, publicó el lunes una columna de opinión en el diario El País en la que bajo el título «Sueño olímpico o pesadilla sanitaria» cuestiona la celebración de los Juegos.
«Estos juegos, los primeros de América del Sur, pueden ser realmente inolvidables, pero corremos el riesgo de que lo sean por motivos equivocados», explica Gasol en un artículo en el que reconoce que la decisión para cualquier atleta de no asistir a unos Juegos Olímpicos «sería devastadora».
«Pero con la salud no se juega, y ya no hablo solo de la salud de cada atleta, sino también de los aficionados, de las familias (…)», escribe el jugador, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 y de Londres en 2012.
Tras la publicación del artículo, en el que afirma que la amenaza del Zika «es mucho más seria y dañina» de lo que se piensa, Gasol afirmó en un acto de carácter comercial en Madrid: «Lo estoy valorando», al ser consultado sobre si iba a acudir o no a los Juegos.
Gasol pidió a los comités Olímpicos y a las organizaciones sanitarias que informen con veracidad de los riesgos «para que los atletas puedan tomar una decisión sabiendo el riesgo que asumen».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazó el sábado una petición de diversos expertos médicos mundiales para trasladar o aplazar los Juegos por la amenaza del amplio brote del virus en Brasil.
«En base a la actual valoración de que el virus de Zika circula por casi 60 países de todo el mundo y 39 en las Américas, no hay justificación de salud pública para posponer o cancelar los Juegos«, dijo la OMS en un comunicado.
La OMS declaró en febrero emergencia sanitaria mundial sobre el Zika y a finales de marzo investigadores del organismo dijeron que existe un «fuerte consenso científico» sobre su vínculo con la microcefalia, un defecto congénito que hace que la cabeza sea anormalmente pequeña.
La organización recomienda que las mujeres embarazadas no viajen a zonas en las que el virus se está transmitiendo, entre ellas Río de Janeiro. También recomienda a todo el mundo protegerse contra las picaduras de mosquito y tener sexo de forma segura.
Brasil ha confirmado más de 1.000 casos de microcefalia asociados con el virus, para el que no existen vacunas o medicamentos específicos, e investiga la posible relación de otros casi 4.000 en bebés recién nacidos.
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