Demócratas y republicanos se detienen para cortejar a la comunidad hispana, previo a elecciones.
Sobre todo, después histórico récord impuesto por los 12,5 millones de hispanos que acudieron a las urnas, en 2012, cuando el actual presidente Barack Obama resultó reelegido con el 71 por ciento del voto de los latinos.
El precedente parece haberse convertido en una suerte de carta aval para que la primera minoría de Estados Unidos, con 52 millones de personas, pasara a gozar de una mayor consideración socio-política tanto de republicanos como de demócratas.
“Yo creo que los hispanos como todos los americanos lo que quieren es el crecimiento económico, quieren menos regulaciones, menos impuestos y más oportunidades económicas”, dijo Nicolás Gutiérrez, analista republicano.
Aunque la hispana es una comunidad heterogénea es la que más crece y por ahora representa la jugosa cifra del 16.3 por ciento de la población total de Estados Unidos, lo que como bloque, podría definir cualquier contienda electoral.
“El Partido Demócrata siempre ha tenido una filiación y una afiliación y ha ayudado más a los países de Sudamérica, que los republicanos, quienes nunca le han puesto atención”,asegura Alfredo Durán, analista demócrata.
Ese es el argumento con el que Durán parece justificar el cada vez mayor apoyo hispano a su partido para las venideras elecciones que ya empiezan a moverse en el país.
“Si seguimos los pasos de la historia, en las elecciones presidenciales el voto hispano va a ser un voto demócrata, excepto por un porcentaje de los cubanos, que por cierto cada día se disminuye más”, enfatizó Durán.
No obstante, mientras el analista demócrata dice que el voto hispano estará con su partido, Nicolás Gutiérrez sostiene que en estas elecciones, “los republicanos van a atraer a un bloque significativo de hispanos”.
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