La Gran Época: ¿Cuáles son los hallazgos más importantes de este nuevo informe?
David Kilgour: El partido-Estado en China argumenta que cada año se realizan alrededor de 10.000 trasplantes de órganos en todo el país, pero esta actualización muestra, más allá de toda duda razonable, que se trata de una operación a escala industrial, es muchas veces más grande de lo que se creía anteriormente y estamos hablando de muchas decenas de miles de trasplantes de órganos que se realizan anualmente. Para mí, esto es lo realmente significativo sobre la actualización.
LGE: ¿Por qué eso es importante, o un gran problema?
DK: Cuando la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó la H. Res. 343, la Embajada China en Washington dijo que era una acusación infundada, también dijeron en 2015 que el gobierno chino estaba deteniendo la extirpación de órganos a presos ejecutados. Huang Jiefu, alto funcionario de trasplantes de China, nunca admitió a los llamados “donantes” de Falun Gong. Siempre habla de prisioneros condenados a muerte.
Durante los últimos cinco o siete años, nunca hemos visto que Huang Jiefu admita que hayan extraído órganos de prisioneros de conciencia sin su voluntad, la mayoría por supuesto de Falun Gong, y como ha señalado Ethan Gutmann, un número mucho menor de tibetanos, uigures y cristianos de iglesias-hogar. Es un caso de propaganda contra lo que nosotros creemos es una evidencia abrumadora en nuestra actualización, que se está haciendo a escala industrial y que aparte de hablar, no ha habido en absoluto una reducción en los números. Creo que nuestra actualización convencerá a los lectores imparciales de que los números han estado aumentando.
LGE: ¿Cómo llega a decir que estos órganos proceden de Falun Gong?
DK: Conocemos todo tipo de factores relacionados. En primer lugar, en los 350 campos de trabajo forzado en todo el país, hemos podido hablar con personas que lograron salir de esos campos y han indicado que sólo los practicantes de Falun Gong son examinados periódicamente por los médicos —y cuando describen los exámenes médicos, está claro que no tienen nada que ver con la salud. El régimen no se preocupa por su salud. Es un examen para trasplantes de órganos. Sólo los practicantes de Falun Gong son examinados en estas instituciones –la forma fue creada según los modelos usados por Hitler y Stalin, donde vas allí durante tres años con la firma de un policía. Así que claramente, los de Falun Gong son la fuente principal de estos órganos.
LGE: En el pasado usted fue Secretario de Estado de Canadá para Asia Pacífico, ¿cómo manejaría algo como esto alguien con ese cargo, si pasara por su escritorio? ¿Cómo habría procedido usted?
DK: Eso fue entre 2002 y 2003. David Matas y yo no hicimos nuestro análisis sino hasta 2006. En ese punto, yo lamentablemente no era consciente de lo que estaba pasando con Falun Gong. Había practicantes de Falun Gong que venían a verme, y yo estaba preocupado por lo que escuchaba, pero para mi vergüenza, no expresé esas preocupaciones de forma activa o suficientemente vigorosa con los funcionarios en China o Canadá, o en otros lugares. Pero después, David Matas y yo hicimos nuestro estudio y nuestro estudio revisado y luego el libro, y desde 2006 continuamos investigando la evidencia. Hemos demostrado que está sucediendo y esta actualización muestra que está sucediendo a escala industrial. Nadie tendrá dificultades para creer que está sucediendo —incluso los profesionales de la medicina en los países con Estado de derecho. Así que espero que la Sociedad de Trasplantes [ST, el organismo líder mundial en trasplantes] tome el informe muy en serio.
LGE: ¿Qué opina que deberían hacer la Sociedad de Trasplantes y otros organismos profesionales importantes?
DK: Su trabajo es ver que los trasplantes se hagan éticamente. Ellos deberían saber que los trasplantes no se están haciendo de acuerdo con la Declaración de Estambul ni ningún otro acuerdo internacional; la razón por la que la gran conferencia mundial organizada por la ST se lleve a cabo en Hong Kong a finales de este año, se debe a que Hong Kong es parte de China. Es irónico que Hong Kong tenga un sistema que asegure que ahí los trasplantes se hacen éticamente. Pero está claro que esta conferencia no debe escuchar a gente como Huang Jiefu, por la razón obvia de que durante años Huang Jiefu no ha estado haciendo otra cosa más que decir mentiras –o grandes cosas no ciertas– sobre estos asuntos. Si bien es difícil para un cirujano de trasplante en China adoptar una postura al respecto, al menos los cirujanos de trasplantes de todos los demás países sí deben tomar una postura firme. Pero me temo que, debido a que se estará celebrando en Hong Kong, está claro que no debemos esperar demasiado de la conferencia de Hong Kong, lamentablemente.
Pienso que nuestra actualización estremecerá a mucha gente sobre lo que está sucediendo en China en este aspecto. Es el único lugar de la Tierra donde los prisioneros de conciencia son asesinados por sus órganos para que sean vendidos tanto a los chinos como a turistas de órganos.
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