Jaguar se abalanzó sobre un perrito y los visitantes se asustaron. Luego supieron qué estaba pasando

¿Sabías que los animales pueden vivir una completa y compleja vida, tal como tú lo haces? Crecen juntos como amigos, construyen relaciones para toda la vida y aprenden los gustos y disgustos de los demás. Los perros, especialmente, son conocidos por poseer inteligencia, incluso asumiendo deberes desde áreas como la investigación hasta la terapéutica. Aquí hay una conmovedora historia de dos animales distintos que crecieron juntos a pesar de que uno era un animal salvaje y el otro doméstico.

Todo comenzó cuando Jag el jaguar fue encontrado huérfano en la naturaleza y llevado a Akwaaba Lodge en Sudáfrica.

Se identificó tanto con la cuidadora que pasaba el día con ella por comodidad. La cuidadora era más como una madre adoptiva para Jag.

Siendo nuevo en las instalaciones de Predator Park, los guardabosques descubrieron que una pequeña compañía ayudaría a Jag a adaptarse rápidamente a su nuevo entorno. Otro miembro de la familia de los gatos sería apropiado para darle la figura amiga que él necesitaba.

Pero terminó teniendo un perro pequeño llamado Bullet como amigo. No habría sido la mejor opción para él, pero definitivamente era mejor que estar solo.

Layla, la dueña de la instalación y cuidadora de Jag, sabía que los dos animales podrían identificarse mejor y así poder vivir juntos.

A medida que pasaba el tiempo, los dos amigos se amaban cada vez más y su vínculo de amistad se fortaleció cada día.

Permanecían juntos, se alimentaban juntos y dormían juntos como dos hermanos.

Los visitantes podían realmente entrar en pánico cuando veían a Jag saltar sobre Bullet pensando que acababa de obtener su presa del día.

Lo que no sabían era que los dos eran mejores amigos. Layla dijo que en algún momento trataron de separar a Jag y Bullet debido a lo enorme que Jag se estaba volviendo y a la necesidad de que cada uno se quedara en su propio recinto.

«Fue un desastre». Layla agregó que Jag lloraba día y noche, mientras Bullet permanecía inmóvil en la puerta sin siquiera mover un bigote.

Esto se volvió tan alarmante que tuvieron que cambiar sus planes. Las circunstancias los obligaron a reunir a los dos amigos, lo que les permitió pasar más tiempo en la reserva natural holgazaneando y jugando armoniosamente.

«El perro es el dominante», explicó Layla.

Los dos amigos aprendieron tanto el uno del otro que, incluso cuando Jag se había vuelto demasiado grande y poderoso, sabía cuándo dejar de jugar para no lastimar a Bullet. Jag había aprendido que su amigo gruñía y ladraba para advertirle.

Verlos jugar, morderse la cola y las orejas hacía parecer como si estuvieran destinados a estar juntos por el resto de sus vidas. A veces corre uno detrás del otro solo por diversión. Este dúo es inseparable. Quizás Bullet piense que Jag es un perro, o al revés.

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Mira a los dos amigos divertirse aquí:

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