Tiroteos por conseguir comida, muertes repentinas de familiares cercanos e incluso tsunamis son algunos de los escenarios que se han dibujado en las pesadillas de personas en el contexto de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, que ha provocado unas 300,000 muertes en todo el mundo.
Natalia Jaimes, una colombiana residente en el estado de Virginia, relata a Efe un tipo de sueño que le es recurrente desde el inicio de la «Gran Reclusión», que empezó a inicios de marzo en el país norteamericano.
«Salgo a la calle y no hay gente por las normas de distanciamiento social, parece una ciudad fantasma. Pero entonces, me doy cuenta de que tengo mucha hambre y que me dispongo a intentar conseguir algo con una pistola en la mano», explica Jaimes como si recordase una experiencia real.
Tras varias disputas dialécticas con otros ciudadanos, la joven de 24 años se encuentra en medio de un tiroteo por unos kilos de comida del que resulta gravemente herida. Inmediatamente después, se despierta con el pulso acelerado y acaba con esa pesadilla repetitiva.
Jaimes cree que su gusto por las películas de acción y suspense, sumado a la situación actual, han provocado que su subconsciente le haga soñar en este episodio de una manera «muy real».
¿Qué hay detrás de estos sueños?
Una de las mayores expertas de la nación en tratar problemas de insomnio, la doctora Lisa Medalie, del Hospital Universitario de Chicago, separa los sueños en dos categorías: las pesadillas y los sueños «vívidos», aquellos que se viven como reales.
«Durante la pandemia, las personas están experimentando ansiedad elevada, desesperación emocional, síntomas depresivos… Y los sueños son un reflejo de nuestras vidas despiertas. Eso hace que la intensidad de los sueños sea más robusta», cuenta Medalie en una entrevista con Efe.
Precisamente, una investigadora de la Universidad de Harvard, la profesora Deirdre Leigh Barret, está estudiando también este fenómeno a través de una encuesta virtual anónima en la que formula preguntas concretas sobre estos sueños, o, en la mayoría de ocasiones, pesadillas.
De acuerdo a varias entrevistas con medios estadounidenses, Barret considera que las personas son capaces de recordar las pesadillas de modo «más intenso» durante la cuarentena por los cambios drásticos en sus rutinas y en las horas de sueño, algo que le ha pasado tanto a Jaimes como a Gillian Williams, de Idaho.
Tsunamis, robos y muerte
Williams, en edad universitaria y que no volverá a su horario habitual hasta el próximo curso, ha tenido pesadillas relacionadas con el COVID-19 de todo tipo.
En una entrevista con Efe, la joven explica que el sueño con un sentido más metafórico que ha tenido incluye un tsunami.
«Además de todos los efectos del coronavirus, en ese sueño ocurría un tsunami sin precedentes que eliminaba a la mayoría de la población del país; aunque yo me salvaba, no sé por qué», dice sin entender el motivo de esta ensoñación.
Otros sueños tenían que ver con el pánico que tiene Williams a contagiarse por vía respiratoria, es decir, porque alguien enfermo no lleve puesta una mascarilla protectora.
«La escena empieza con un ladrón entrando en mi casa armado, pero sin tapaboca. Yo me sentí muchísimo más preocupada por el hecho de que pudiera contagiarme que de que me pudiera atacar o robar todo», comenta, incrédula.
En otras ocasiones, familiares cercanos a Williams fallecen de manera súbita tras contraer el coronavirus.
Aumento significativo del insomnio
Desde el inicio de la crisis del COVID-19, la doctora Medalie ha notado un aumento «significativo» en sus clínicas en casos de insomnio agudo en personas que nunca habían padecido esa enfermedad, un problema que, advierte, puede dañar el sistema inmunológico, cambiar el carácter y disminuir la productividad de los pacientes.
«Es una situación difícil porque las personas no duermen tanto como necesitan en unos momentos en que realmente es muy importante por temas de salud», lamenta.
Con el objetivo de llegar a gran parte de los afectados, Medalie ha desarrollado una aplicación gratuita, llamada Doctor Lullaby, en la que comparte rutinas y consejos que ofrece en su día a día profesional, con videos sobre cómo respirar, qué hacer antes de ir a dormir y qué melodías escuchar para facilitar el sueño.
El personal médico, sobreexpuesto
La muerte de miembros de la familia por la enfermedad o la contracción de la misma son algunos de los tipos de sueños más recurrentes en el país, según datos preliminares de la encuesta liderada por Barret y compartidos por el diario Los Angeles Times.
Y quién más los sufren, de acuerdo a Medalie, son los médicos, enfermeros y todo el personal sanitario que ha tenido que lidiar con muertes y contagios a diario durante los dos últimos meses.
«Los profesionales de atención médica que están en primera línea corren un gran riesgo de sufrir estrés postraumático, como respuesta a esto. Están viviendo un trauma, seguro», insiste.
Otro grupo de riesgo son los propios pacientes, ya sea por COVID-19 o por otras enfermedades, porque se trata de una etapa «aterradora» para ser hospitalizado.
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