Durante el debate sobre la reapertura de las escuelas en Estados Unidos, un grupo de expertos en educación y salud sostuvo que es a la vez esencial y factible permitir que los niños pequeños, en particular los estudiantes de la escuela primaria, vuelvan físicamente a las aulas en otoño.
En un artículo publicado el miércoles en el New England Journal of Medicine, la profesora de educación de la Universidad de Harvard, Meira Levinson, junto con el científico de enfermedades infecciosas Muge Cevik y el epidemiólogo Marc Lipsitch, escribieron que la reapertura segura de las escuelas a tiempo completo para todos los niños en edad de asistir a la escuela primaria debería convertirse en «una prioridad nacional de máxima importancia».
«El bienestar de los niños depende de permanecer en un entorno diseñado para su cuidado, su aprendizaje activo y comprometido y su desarrollo saludable», dijo Levinson en una entrevista con la Escuela de Graduados de Educación de Harvard. «Los niños pequeños no pueden relacionarse durante largos períodos de tiempo con profesores y compañeros lejanos; necesitan el apoyo en persona de un adulto de confianza».
Levinson también señaló que mantener las escuelas cerradas es especialmente perjudicial para los niños ya desfavorecidos, incluidos los niños que viven en la pobreza, los niños de color, los que aprenden inglés y los niños con discapacidades diagnosticadas.
Hablando de las escuelas que ofrecen una mezcla de aprendizaje online y presencial, Levinson sostuvo que si bien algunas escuelas presenciales son mejores que ninguna, el llamado «modelo híbrido» todavía no resuelve el importante problema de la atención infantil ya que los niños todavía tienen que pasar varios días a la semana en casa, lo que impide que los padres —en particular las mujeres— vuelvan a entrar plenamente en la fuerza de trabajo.
«Estos desafíos pueden ser particularmente agudos para los educadores que son padres ellos mismos, para otros trabajadores que carecen de flexibilidad para determinar cuándo o dónde trabajan y para los padres con múltiples hijos con horarios de asistencia desalineados», afirmó en el artículo.
Los niños menores de 10 años tienen menos probabilidades de infectarse o transmitir el virus del PCCh que los adultos y los adolescentes mayores, señalaron los expertos, citando los recientes hallazgos médicos basados en pruebas limitadas. Sin embargo, estos hallazgos parecen coincidir con los datos sobre la transmisión en las escuelas y las comunidades de países en los que las escuelas primarias reabrieron o permanecieron abiertas, entre ellos Francia, Israel, Nueva Zelanda y Países Bajos.
No obstante, los expertos sugieren que para reabrir las escuelas primarias en condiciones de seguridad, las comunidades deberían tratar de mantener la tasa de transmisión del virus a un nivel bajo como sea posible.
«Toda región que experimente niveles moderados, altos o crecientes de transmisión en la comunidad debería hacer todo lo posible por reducir la transmisión», escribieron. «Tales medidas, junto con el uso de la mascarilla universal, deben ser implementadas ahora en Estados Unidos si queremos reducir el número de casos a niveles seguros para que las escuelas primarias puedan reabrir este otoño en todo el país».
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