Un viaje a China del Presidente de la Corte Suprema de Justicia Argentina, Dr. Ricardo Luis Lorenzetti, y el Ministro de ese tribunal, Dr. Juan Carlos Maqueda, por invitación de la dictadura comunista en mayo de este año generó repudio por parte de la Asociación Civil Estudio de Falun Dafa, que asegura que sólo se trata de un intento del régimen de “asegurar el cierre de todas las causas en Argentina relacionadas con el genocidio a los practicantes de Falun Gong”
La Justicia Federal Argentina investigó durante cuatro años el genocidio contra 100 millones de practicantes de Falun Gong en China, aplicando el principio de jurisdicción universal frente a crímenes de lesa humanidad. La causa se abrió a principios de 2006 por una denuncia presentada por la asociación de Falun Dafa cuando Luo Gan, máxima autoridad de Seguridad Pública de China y líder de la Oficina 610 (especie de “GESTAPO china” que se encarga de perseguir a grupos espirituales), se encontraba de visita en el país.
El juez Octavio Aráoz de Lamadrid, a cargo entonces del Juzgado Federal número 9, llegó a citar a indagatoria y ordenar la captura internacional a Luo Gan y al ex líder comunista Jiang Zemin.
Sin embargo, la orden de captura fue revocada días después por el juez Canicoba Corral, horas después de asumir su interinato del juzgado número 9 en plena feria judicial. Y al mes siguiente la causa fue archivada por el juez Julián Ercolini. Actualmente se encuentra en proceso de apelación.
La Gran Época pudo comprobar que, días antes de la revocación, la Embajada China envió cartas formales a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial de Argentina exigiendo el “cierre de todas las causas judiciales” relacionadas con la persecución a Falun Gong y condicionando a ello las “relaciones bilaterales”. Una de estas cartas fue remitida al expediente por parte del juez de Cámara Eduardo Farah.
Esto ocurrió semanas antes del viaje de la Presidenta Cristina Fernández a China programado para enero de 2010 y puede ser la razón detrás de su suspensión.
El funcionario que se reunió con los magistrados en China, de nombre Zhou Yongkang, es quien reemplazó en el cargo al primer acusado en la causa, el ya jubilado Luo Gan. Como Secretario de Asuntos Políticos y Legales, Zhou Yongkang es actualmente la máxima autoridad de Seguridad Pública de China y el principal responsable de llevar a cabo el genocidio contra Falun Gong, así como la persecución a cristianos, tibetanos y a la gran variedad de grupos de gente inocente perseguidos en China sólo por sus creencias o pensamiento.
Poco antes de las Olimpiadas de Beijing, según denunció Amnistía Internacional, Zhou Yongkang declaró públicamente: “Debemos golpear duramente a las fuerzas hostiles en territorio nacional y extranjero, tales como las etnias separatistas, los extremistas religiosos…… y ‘organizaciones heréticas’ como Falun Gong…”
En Argentina existen 3 causas judiciales por agresiones de patotas organizadas por la Embajada China a practicantes argentinos de Falun Gong. Una de estas agresiones ocurrió en el marco del recorrido de la antorcha olímpica por Buenos Aires en 2008, poco después de aquellas órdenes de Zhou Yongkang. Estas causas están en la Justicia Federal y son parte del paquete que el régimen chino quiere cerrar.
Después de la reunión con los magistrados Lorenzetti y Maqueda, Zhou Yongkang declaró, citado por la agencia oficial de noticias Xinhua, “China ha hecho rápidos progresos económicos en los últimos años, pero inevitablemente muchos conflictos sociales han aparecido” “…varios problemas sociales deben ser disueltos desde la raíz.”
En su propaganda, el régimen comunista chino suele hacer mostrar a la disciplina espiritual pacífica Falun Gong como un “problema social” que hay que “resolver de raíz”. Para la persecución a Falun Gong, utiliza el sistema judicial, el cual realiza juicios ficticios de pocos minutos en los que los practicantes sólo pueden declararse culpables para ser enviados a campos de trabajo forzados, donde son torturados para que renuncien a sus creencias basadas en Verdad-Benevolencia-Tolerancia (muchos han sido asesinados por sostener sus creencias).
“Espero que las cortes de China y Argentina fortalezcan sus intercambios y aprendan una de la otra…”, concluyó Zhou Yongkang. En su informe, la agencia Xinhua agregó que “los jueces argentinos están deseosos de fortalecer intercambios y cooperación con sus colegas chinos en términos de mejorar la eficiencia judicial…”
Para la presidenta de la asociación de Falun Dafa en Argentina, Liwei Fu, “todos los argentinos deberían estar muy preocupados”.
“¿Qué cosas debe ‘aprender’ el sistema de justicia argentino de aquel de la dictadura comunista china? ¿Qué tipo de cooperación se puede realizar con el sistema de justicia chino, que no tiene un gramo de independencia y es usado por la dictadura más grande de la historia para reprimir a gente inocente?”, pregunta Liwei Fu.
“Las cartas enviadas al Poder Ejecutivo de Argentina exigiendo el ‘cierre de todas las causas’ demuestran que tampoco le interesa respetar la independencia de la Justicia Argentina. En este tipo de ‘relaciones judiciales’ bilaterales que no deberían existir, ¿es probable que Argentina influencie a China?”
“No –responde–. Obviamente es el régimen chino el que quiere influenciar a la Justicia Argentina. Lo mismo ha hecho con el Poder Ejecutivo para ejercer su voluntad en el país, tomando casi gratuitamente todos los recursos naturales preciosos que necesita, mientras introduce toneladas de productos baratos y tóxicos a cambio de beneficios ilusorios.
Sólo le resta someter al poder judicial generando intereses y “fortaleciendo lazos” con este, para terminar de acallar a cualquier voz de justicia que ose denunciar sus atrocidades en Argentina”, concluye.
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