Especialistas, académicos y público en general reclaman por el impacto ambiental de Bogotá, luego de que días atrás un grupo de desplazados tomara un edificio gubernamental para lanzar por las ventanas llantas acumuladas en desuso.
En esa ocasión, alrededor de 15.000 neumáticos se encontraban abandonados en el edificio de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), entidad encargada de su correcta disposición.
El tema es recurrente en la agenda de Bogotá. Hace diez meses la ciudad vivió una emergencia ambiental producto de la quema de un depósito con cerca de 600.000 llantas en el occidente de la ciudad, la conflagración provocó inconvenientes en las operaciones normales del aeropuerto El Dorado de Bogotá.
“La falta de control en la acumulación de llantas es uno de los mayores líos ambientales de Bogotá”, afirmó al respecto el periódico El Tiempo en su editorial del 24 de Septiembre de 2015.
Pero este problema no es propio de Bogotá, sino que también afecta a otros departamentos de Colombia. “La problemática es que los comercializadores de llantas, tenemos muy poco espacio para ubicar estas llantas en desuso que dejan nuestros clientes”, señaló Hernando Echeverry Montoya, Presidente del sector Estaciones de Servicios y Llantas y Presidente de la actual Junta Directiva de Fenalco Antioquia -entidad encargada de proteger los intereses del sector comercio y servicios-, al noticiero regional Tele Antioquia Noticias. Echeverry Montoya detalló que en cada punto de servicio hay alrededor de 300 llantas acumuladas.
900 mil de las 3 millones de llantas que genera la ciudad son abandonadas de manera inadecuada en el espacio público
Según la secretaría de ambiente, 900 mil de las 3 millones de llantas que genera la ciudad son abandonadas de manera inadecuada en el espacio público. Y es que no hace falta caminar más de cinco cuadras por la capital del país para evidenciar esta problemática.
“Es lamentable que en plena entrada a Bogotá haya tanto desorden por las llantas abandonadas, se ve muy fea nuestra ciudad, esas llantas me hacen sentir ahogo”, expresó con molestia a La Gran Época Juan Pablo Rico, joven vecino del sector Calle 170, uno de los principales puntos de ingreso a la ciudad.
En la capital se han impuesto alrededor de 1529 comparendos ambientales pero solo una mínima parte de estos se ha pagado
Las multas por infracciones ambientales –contaminación paisajística, deterioro del ambiente urbano y afectación por proliferación de vectores- consisten en el pago de 630 mil pesos. En la capital se han impuesto alrededor de 1529 comparendos ambientales pero solo una mínima parte de estos se ha pagado, según informó el medio Caracol Noticias.
“Más de 240 personas han pagado lo respectivo a las sanciones impuestas, algo así como 34 millones de pesos, destinados al desarrollo de la pedagogía”, informó José Cuesta, sub secretario de gobierno de Bogotá, para el mismo medio.
Asimismo, especialistas advierten que la propagación de columnas de humo a partir de la quema de llantas afecta considerablemente los índices de la calidad del aire en Bogotá, incluso acercándolas por momento a las ciudades contaminadas de China. “Son niveles que allá son comunes pero aquí no deberían suceder”, manifestó a City Noticias, Néstor Rojas, experto en medio ambiente y docente de la Universidad Nacional de Colombia.
El académico agregó que hay concentraciones de partículas que superan 150 o 200 micro gramos por metro cúbico, cuando el índice normal para Bogotá debería estar entre 40 y 60 microgramos.
Según la guía sectorial FUNDES, red de soluciones empresariales de Colombia, quien realizó un análisis de potenciales soluciones de mejora para este tipo de problemática, debe adaptarse un adecuado punto de acopio y aislamiento destinado para el reciclaje de llantas “ya que la recuperación de la fracción metálica de las mismas es una actividad altamente contaminante y generadora de impactos negativos en el ambiente”.
No es solo un problema colombiano
Situación parecida se evidencia en países como México, con muchos más habitantes, donde circulan 26 millones de vehículos a diario y se producen cerca de 29 millones de llantas de desecho, cuyo destino final puede ser la esquina del barrio, generando un alto impacto ambiental.
“Lo que se nota es la contaminación visual, la contaminación al suelo, las llantas en época de lluvias alojan agua y el agua puede ser un conducto para que se críen mosquitos, puede haber dengue y otro tipo de enfermedades causadas por esto”, expresó Mauricio García, comisionado para cooperación ambiental de América del Norte al programa Foro T.V de México.
“También es grave esta situación debido a que no existe un programa eficiente para confinar el número de neumáticos que terminan transformándose en montañas de residuos clasificados como peligrosos”, informó el periodista Rafael Trejo en el programa Foro TV.
Cabe anotar que en el año 2011 en un bosque de Carolina del Sur, se encontró un depósito gigante de ruedas, que podían verse desde el espacio; este hallazgo lo hizo el buscador Google y su herramienta Google Maps. El dueño de las ruedas, George Fontella, explicó que su intención era venderlas a China pero el negocio se frustró y las ruedas quedaron apiladas en el medio del bosque, según el periódico virtual Minutuono.com.
Lo cierto y lamentable es que tanto en México como en Colombia, Estados Unidos u otros países, hasta el momento, las llantas se funden con el paisaje.
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