A pesar de que el gobierno venezolano ha sido el principal promotor de la firma de un acuerdo de respeto de los resultados electorales -hecho que se concretó el pasado 26 de octubre- el presidente Nicolás Maduro volvió a sugerir el pasado 29 de octubre que desconocería la voluntad popular, si como indican las encuestas, le resulta adversa el próximo 6 de diciembre.
En una entrevista transmitida por el canal estatal VTV, Maduro ratificó la amenaza que ha venido in crescendo: Si se diera el «hipotético negado» de que la oposición llegara a ganar las elecciones parlamentarias, pasaría a gobernar con el pueblo y en unión cívico-militar, lo que permite suponer que haría caso omiso del resultado de los comicios.
«Si se diera ese escenario, negado y transmutado, Venezuela entraría en una de las más turbias y conmovedoras etapas de su vida política y nosotros defenderíamos la revolución, no entregaríamos la revolución y la revolución pasaría a una nueva etapa», dijo Maduro durante una entrevista transmitida por el canal estatal VTV.
El lunes pasado Maduro declaró «en emergencia» a la llamada revolución bolivariana que él lidera al tiempo que pidió activar un plan «antigolpe» que garantice «la victoria electoral» en las parlamentarias. Antes, ya había insistido en afirmar que había que ganar «como sea» el 6D.
Las encuestas de intención de voto dan a la oposición una ventaja abrumadora para el duelo electoral, en medio de un difícil panorama económico por el desabastecimiento de los mercados, la inflación descontrolada y el avance de la criminalidad.
En el siguiente video de la entrevista a «Somos TV», se puede ver un extracto de la declaración:
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