Con 8 periodistas asesinados en 2015, México fue el país de América Latina más peligroso para esta profesión, indicó el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) que registró en total 67 reporteros muertos en el mundo.
El ranking de países más peligrosos para los periodistas en 2015 está encabezada por Irak con 11 asesinados y Siria con 10, seguidos por Francia, que con 8 muertos ocupa el tercer lugar a causa del ataque contra el semanario Charlie Hebdo hace casi un año.
Por su parte, en México, los Estados de Veracruz y Oaxaca, son los más peligrosos para los periodistas, víctimas de las mafias o de dirigentes políticos locales cuyos actos de corrupción habían denunciado.
En épocas pasadas, los periodistas podían escapar de esos Estados para protegerse en regiones más tranquilas, pero el asesinato de Rubén Espinosa en la capitalocurrido el 31 de julio, «demostró que hoy en día no existe ningún refugio para los periodistas amenazados», indica RSF.
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Espinosa apareció asesinado con signos de tortura junto a cuatro mujeres en un apartamento de la capital mexicana. Había escapado del Estado de Veracruz. Su homicidio levantó una ola de indignación y puso en evidencia la vulnerabilidad de la profesión en México.
Según RSF, la ley de protección de periodistas aprobada días más tarde en el distrito de México «solo resultará eficaz si se extiende a otros Estados y si recibe medios eficaces de implementación». Detrás de México, Honduras es el otro país más peligroso para la profesión en América Latina, con 7 reporteros muertos en 2015.
Cabe destacar que en el mundo hay actualmente 54 periodistas rehenes, contra 40 en 2014, aunque este año hubo menos secuestros que el anterior, precisa RSF. En total, 787 periodistas fueron asesinados en el mundo desde 2005 durante el ejercicio de su profesión.
La ONG deplora la falta de implicación de ciertos países para proteger a los periodistas y exige mayor reacción que esté a la altura de la situación.
Si se suman a esta lista las «muertes sospechosas», RSF contabiliza un total 110 reporteros muertos. «Esta preocupante situación es imputable a una violencia deliberada contra los periodistas, y pone en evidencia el fracaso de las iniciativas destinadas a protegerlos».
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