Miami es la peor ciudad para vivir en los Estados Unidos. Este rótulo fue colocado por el portal de noticias financieras y opinión 24/7 Wall St.
Así es como la popular Miami encabeza el listado, que es secundado por Detroit (Michigan) y seguido por Paterson (New Jersey).
El estudio concluyó en que «una de cada cuatro personas en Miami vive bajo pobreza». Por otro lado destacó que el «ingreso doméstico medio es de solo 31.917 dólares anuales, muy por debajo de la media nacional que es de 53.657 dólares» lo que hace casi imposible adquirir una vivienda por sus altos precios.
«El valor medio de una casa en Miami es de 245.000 dólares, muy por encima de la media nacional de 181.200 dólares» señaló el reporte.
Pero no solo la brecha económica hace de Miami la peor ciudad para vivir en EE.UU. El estudio también tomó en cuenta el nivel de violencia que existe en la ciudad, ya que la tasa de crímenes violentos es de 1.060 incidentes por cada 100.000 personas, varias veces más alta que el promedio nacional.
Otros estudios realizados con antelación habían colocado a Miami en un lugar bastante incómodo. Por ejemplo a finales de 2015, fue catalogada como la ciudad de los Estados Unidos donde es más difícil alquilar un hogar, también por contar con el más alto nivel de inflación en los precios de ventas de casas que confronta con los bajos salarios de sus residentes.
Este es Top 10 del ranking de las peores ciudades de Estados Unidos para vivir, según 24/7 Wall St.:
- Miami, Florida
- Detroit, Michigan
- Paterson, New Jersey
- Hawthorne, California
- Fall River, Massachusetts
- Birmingham, Alabama
- Memphis, Tennessee
- Flint, Michigan
- Cleveland, Ohio
- Gary, Indiana
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
