Después de que una mujer en el sudeste de Inglaterra se embarazara, ganó peso tan rápido y su vientre creció tan grande que le preguntaban cuándo daría a luz, a pesar de que solo llevaba 12 semanas. Sin embargo, después de dar a luz a su bebé, ella perdió todos los 41 kilos que había ganado en su embarazo en tan solo un año.
Cuando Lara Carpenter-Beck tuvo a su primer bebé, comenzó a ganar más peso de lo esperado y llegó a tener 41 kilos de más. Finalmente, cuando llegó el gran día, dio a luz a una bebita de 4.2 kilos, cuatro semanas antes de la fecha esperada.
Posted by Lara Carpenter-Beck on Tuesday, May 3, 2016
“Era mi primer embarazo, así que no tenía idea de qué esperar, pero sabía que no era normal crecer al ritmo que lo estaba haciendo”, dijo Lara, una artista, a MailOnline.
Lara, de 33 años y oriunda de Bristol, medía 1.70 metros y era talla 12 antes de quedar embarazada. Fue diagnosticada con diabetes tipo 1 una semana antes de su boda en 2011. Ella sabía que la diabetes podía causar que las mujeres ganaran peso en el embarazo, pero no esperaba ganar peso tan rápido. Estaba muy sorprendida por cómo crecía su vientre, el cual creció hasta los 140 centímetros y tuvo que comprar ropa talla 22.
“A tan solo 12 semanas de embarazo, la gente me preguntaba cuándo daría a luz, así de grande estaba”, dijo la mamá. “Y mi vientre seguía creciendo y creciendo”.
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Posted by Lara Carpenter-Beck on Monday, May 9, 2016
Mientras que el peso normal de un bebé en término es de aproximadamente 3.5 kilos para las niñas, a Lara le dijeron que su bebé ya pesaba 2.7 kilos a las 32 semanas, 8 semanas antes de su fecha probable de parto.
“Era muy difícil cargar todo ese peso cuando no estaba acostumbrada a hacerlo”, dijo. Ella ya pesaba 114 kilos aproximadamente con un vientre de 140 centímetros a sus 36 semanas de embarazo.
Posted by Lara Carpenter-Beck on Saturday, May 7, 2016
“Incluso el dormir era un problema y mi vientre era tan grande que no me podía recostar de frente, y cuando me acostaba de espaldas, sentía que estaba siendo aplastada por el peso”.
Cuatro semanas antes de la fecha de término, se rompió la fuente de Lara. Ella corrió al hospital para que le hicieran cesárea. Fue ahí que ella y su esposo Chris, agente de bienes raíces de 42 años, dieron la bienvenida a una saludable bebita llamada Savannah, quien pesó 4.2 kilos aproximadamente.
Posted by Lara Carpenter-Beck on Friday, December 29, 2017
“No podía creer lo grande estaba, pero esto no me ha quitado las ganas de tener otro. Bien valió la pena por tener un bebé saludable”.
Sorprendentemente, Lara también se deshizo rápidamente del masivo peso que había ganado por el embarazo. Ella perdió 6 kilos aproximadamente en solo una semana, después de que naciera su bebé, y eliminó la misma cantidad la siguiente semana. En tan solo un año, ella perdió 41 kilos y ya podía usar ropa talla 12 otra vez.
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