A partir de este domingo 29 de noviembre la National Security Agency (NSA) se verá forzada a detener el almacenamiento de metadatos de su programa de intervención telefónica, el cuál seguirá activo, bajo otra dinámica y sólo para situaciones especiales que requieran una previa autorización judicial.
Esta histórica medida fue aprobada hace seis meses, tras la intervención de organismos ciudadanos, legisladores de ambos partidos y el propio Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, con el objetivo de imponer una serie de regulaciones que disminuirán el poder legal operativo de la NSA. Ahora ha llegado el momento de que estos cambios entren en rigor.
De acuerdo con un reporte de Fusion, el anterior programa de espionaje mutará para convertirse en uno de vigilancia doméstica enfocada, prohibiendo el almacenamiento masivo de metadatos (números telefónicos, duración de llamadas,nombres, etc.) en la totalidad de llamadas telefónicas generadas en la red, acto que anteriormente era justificado por los estatutos contenidos en la Patriot Act.
También se incorporaron algunas acciones adicionales que pueden ser consideradas como positivas. Ahora la NSA se verá obligada también a entregar un informe anual al Congreso de EE.UU. en donde rinda cuentas de todas las intervenciones realizadas, así como los motivos concretos que los llevaron a tomar dicha medida.
Este parece un cambio positivo, aunque las primeras voces en contra de estos cambios ya han aparecido, tal fue el caso del Senador Richard Burr, quien ha declarado en cadena nacional los «peligros» en la lucha contra el terrorismo que podrían significar estos cambios.
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