A pesar de las especulaciones de los medios chinos en el extranjero y de muchos comentaristas sobre la desaceleración de la campaña anticorrupción del Partido Comunista Chino, el jefe disciplinario del régimen acaba de anunciar una nueva ronda de investigaciones, que durante el próximo año estarán centradas en agentes claves. Los sectores que se sondearon incluyen una serie de empresas de comunicación estatales, el sector aeroespacial y de la aviación, empresas estatales de la electricidad y del acero, y la empresa altamente rentable asociada al estado Weaponeers.
La noticia fue anunciada en una reunión central de los investigadores anticorrupción del Partido, el 23 de junio, por Wang Qishan, jefe de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria. Dijo que no debe haber “ninguna tregua” en cuanto a “ajustar la disciplina del Partido”, según la agencia de noticias estatal Xinhua.
“El país está gobernado por la ley y el Partido exige el cumplimiento de las regulaciones”, dijo Wang. “La disciplina viene antes que la ley, y la disciplina del Partido es más severa que las leyes nacionales”.
La anterior inspección de 92 áreas, departamentos del gobierno y unidades de trabajo, reveló debilidad y un liderazgo poco disciplinado, y la situación en las empresas estatales es aún peor, dijo Wang.
Solo “encontrando la causa de la enfermedad” y “deteniendo los problemas a tiempo y mientras sean pequeños” es posible “rescatar a las personas con afecciones”, dijo Wang.
En la segunda ronda de inspecciones disciplinarias, 26 industrias y sectores (empresas estatales de aviación, aeroespaciales, ferrocarril, correo, armamento y electricidad) serán el nuevo blanco. Dentro de las instituciones del Partido listadas para ser investigadas, la más importante es la agencia Xinghua, portavoz del régimen.
La campaña anticorrupción del líder Xi Jinping, para acabar con “los tigres y las moscas”, terminología del Partido utilizada para referirse a la corrupción de funcionarios de niveles altos y bajos, ha sido sujeto de muchos comentarios y especulaciones desde que comenzara hace dos años atrás. Se sabe ampliamente que la determinación de Xi y Wang por eliminar de raíz la corrupción es parte de un frente conveniente para desmantelar la extensa e influyente red política de Jiang Zemin, aunque también están tratando de reducir las malas conductas en las diferentes filas y rangos del partido.
Con el juicio al depuesto ex zar de la seguridad Zhou Yongkang transmitido recientemente, tratado casi como un fiasco por el Partido, muchos comentaristas políticos predijeron que la purga está llegando a su fin. Tal vez Xi siga luchando contra la corrupción en general, dicen, pero la “casa del tigre” terminó con éxito, según la sabiduría convencional.
El reciente anuncio de Wang, sin embargo, indica que tal vez hay más cosas en espera. Informes, rumores y filtraciones políticas en los medios de prensa chinos en el extranjero también sugieren que la “casa del tigre” tal vez esté lejos de terminar. Entre los mencionados pesos pesados como posibles blancos para la eliminación se encuentra Zeng Qinghong, un poderoso miembro del Comité Permanente del Politburó, hace largo tiempo conocido como el hombre de confianza del retirado líder del régimen, Jiang Zemin.
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