Más de 50.000 personas en Estados Unidos murieron a causa del virus del PCCh hasta el viernes, un sombrío recordatorio de que la pandemia sigue cobrando vidas incluso después de llegar a su aparente pico.
Estados Unidos ha tenido la mayor cantidad de muertes y casos confirmados del COVID-19 que cualquier otro país del mundo, además de China, cuyas estadísticas siguen siendo un misterio. Hasta el viernes se confirmaron más de 883.000 casos en el país, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Aunque los brotes siguen apareciendo en toda la nación, 46 estados reportaron una disminución en los pacientes que muestran síntomas de COVID-19, según la Casa Blanca. En la última semana, 23 estados reportaron disminuciones en los nuevos casos.
En Nueva York, el epicentro de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el número de pacientes hospitalizados con COVID-19, la enfermedad que causa el virus, ha ido disminuyendo cada día durante más de una semana. Una prueba reciente de anticuerpos sugirió que hasta uno de cada cinco neoyorquinos superó el virus y desarrolló inmunidad sin mostrar síntomas.
Provistos de los datos, los estados están haciendo planes para levantar las órdenes de cierre y poner en marcha la economía. Queda por ver que tan rápido el país puede remediar las históricas pérdidas de empleos incurridas cuando los estadounidenses se quedaron en casa para hacer su aporte en la mitigación del brote. Más de 26 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo en las últimas cuatro semanas.
El presidente Donald Trump firmó el viernes un proyecto de ley de estímulo de 484.000 millones de dólares destinados a fondos para empresas, hospitales y expandir las pruebas. El proyecto de ley fue la cuarta medida de este tipo promulgada este año en lo que se ha convertido en el mayor estímulo fiscal en la historia de EE. UU.
Estados Unidos ha realizado más de 4.9 millones de pruebas de COVID-19 hasta el jueves, según el vicepresidente Mike Pence, líder del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre el Coronavirus. Pence dijo a los periodistas en la Casa Blanca el jueves que las áreas con algunos de los mayores brotes «parecen haber pasado su punto máximo», a medida que las hospitalizaciones disminuyen en todo el país.
«Nuestra única conclusión es que estamos llegando hasta ahí, Estados Unidos, porque el pueblo estadounidense ha puesto en práctica las pautas de distanciamiento social del Presidente, porque han estado escuchando y adhiriéndose a la orientación de los funcionarios estatales y locales», dijo Pence. «Estamos haciendo un progreso significativo».
La Casa Blanca publicó una guía para los gobernadores hace más de una semana, sugiriendo un enfoque gradual e informado de datos para la reapertura. Trump ha estado ansioso por abrir el país de nuevo, pero no quiere hacerlo demasiado pronto, llamando al dilema la mayor decisión de su vida. El presidente dejó a los gobernadores individuales la tarea de elaborar los planes de reapertura.
En Nueva York, el estado natal del presidente, más de 16.300 personas murieron a causa del virus del PCCh. Debido a que las hospitalizaciones y otras mediciones muestran que el brote del estado está en declive, el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo advirtió el viernes que la reapertura ahora puede resultar en una segunda ola de infecciones a mediados del verano. La orden de cierre de Nueva York estará en vigor hasta el 15 de mayo.
El virus del PCCh mató a más de 194.000 personas en todo el mundo, aunque la cifra es incompleta porque China parece estar subestimando severamente la extensión de su brote.
Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.
Descubra
El “distanciamiento social” podría derrotar al Partido Comunista Chino
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.