La Organización de Estados Americanos aprobó el lunes por consenso una resolución que califica las decisiones del Tribunal Supremo de Venezuela como «incompatibles con la práctica democrática» y señala que «constituyen una violación del orden constitucional».
La declaración adoptada por 17 países incluye las demandas más exigentes que han hecho los países de la OEA hasta ahora al Gobierno de Nicolás Maduro. Cuatro de los 21 países presentes en sala —República Dominicana, El Salvador, Bahamas y Belice— se abstuvieron de acompañar la resolución, la cual fue condenada por Venezuela.
La polémica sesión, fue realizada bajo las protestas de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, este último a cargo de la presidencia rotativa del Consejo Permanente que asumió recién el sábado y que mantendrá por los próximos tres meses.
Por la noche, el presidente venezolano Nicolás Maduro repudió que la OEA «se pretenda convertir en un tribunal de inquisición para perseguir a Venezuela» y criticó el hecho de que la sesión se realizara pese a las objeciones del presidente del Consejo, Diego Pary Rodríguez.
«Rechazamos y repudiamos el golpe de Estado en la OEA», comentó Maduro en un mensaje a la nación transmitido en cadena de radio y televisión.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que mientras el Consejo Permanente deliberaba el lunes, «llegaban a 117 la cantidad de presos políticos en Venezuela. No se puede negar que hay un problema y que hay una alteración del orden constitucional».
Almagro calificó a la resolución como «un paso importantísimo para el restablecimiento democrático en ese país».
#Venezuela ha tenido + oportunidades q ningún otro país al q se ha aplicado la Carta Democrática pic.twitter.com/iB6ocBxRGi
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) April 4, 2017
De igual manera, Estados Unidos reiteró su compromiso de trabajar con los demás miembros de la Organización de Estados Americanos y calificó la resolución como «un buen primer paso» para restablecer la democracia y el orden constitucional en Venezuela.
Kevin Sullivan, representante interino de Estados Unidos ante la OEA, pidió al gobierno de Venezuela asociarse a un diálogo constructivo con el resto de los países de la organización regional.
La reunión, a ratos caótica, se realizó bajo la dirección del embajador más antiguo, el hondureño Leonidas Rosa Bautista, siguiendo el artículo 6 del reglamento, que indica que ante la ausencia del presidente del Consejo Permanente, el embajador más antiguo asumir interinamente la presidencia.
Los 20 países que el viernes pidieron la sesión extraordinaria se reunieron en en la sede de la OEA, en Washington, varios de ellos defendieron el derecho del Consejo a efectuar la reunión, ante las reiteradas protestas de Venezuela y Bolivia, que la calificaron de «ilegal» y de un «golpe de estado institucional».
La OEA inició su reunión 48 horas después de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela suprimiera el sábado las acciones con las que había retirado sus poderes a la Asamblea Nacional.
El embajador hondureño dio la palabra en primera instancia a la canciller de Argentina, Susana Malcorra, quien trajo consigo y repartió en la sesión la resolución el sábado del MERCOSUR, el cual decidió aplicar la Cláusula Democrática a Venezuela por las decisiones tomadas la semana pasada por el Tribunal Supremo de Justicia venezolano que violaron el orden constitucional en ese país.
Malcorra acudió este lunes a la OEA como presidenta «pro tempore» del Mercosur. En su declaración, explicó que en Venezuela hay una «ruptura del orden constitucional» y una «intromisión sistemática» por parte del Tribunal Supremo en el Parlamento.
La canciller denunció la «ausencia de una real separación de poderes en Venezuela» y pidió al Gobierno de Nicolás Maduro que cumpla «el cronograma electoral» y «libere a los presos políticos».
Malcorra remarcó que la preocupación de los países del Mercosur por la situación en Venezuela no es «en ningún sentido injerencista».
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El embajador de Bolivia y presidente del Consejo, llegó después que la sesión había empezado y lamentó que «un país amigo» (Honduras) asuma «de manera golpista» e «ilegal» la presidencia del Consejo» y dijo que «no acepta de ninguna manera» que esa facultad le sea «usurpada».
Pary abandonó la sala visiblemente enojado después de su intervención.
El representante de Venezuela, Samuel Moncada, viceministro venezolano para América del Norte, habló en nombre de su país y reprochó a los embajadores presentes diciendo que «se ha cometido una grosera violación de la Carta (de la OEA) cuando vemos a la canciller argentina refiriéndose a Venezuela sin nuestro permiso».
Moncada alegó que tras la decisión del TSJ de revertir las decisiones sobre la Asamblea Nacional «el objeto de esta discusión desapareció. Aquí (en la OEA) hay un forjamiento del objeto de la discusión». El representante venezolano también se retiró de la sala en «señal de protesta», junto con el embajador nicaragüense Luis Alvarado.
La resolución aprobada por la OEA, resuelve instar al gobierno de Venezuela a actuar en los próximos días para garantizar la separación e independencia de los poderes constitucionales y restaurar la plena autoridad de la Asamblea Nacional, mantenerse dispuesto a apoyar las medidas que permitan el retorno al orden democrático y emprender, en la medida que sea necesario las gestiones diplomáticas adicionales para fomentar la normalización de la institucionalidad democrática, de conformidad con la Carta de la Organización de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana, incluyendo la convocatoria de una reunión a nivel ministerial.
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