El Gobierno panameño condenó hoy el ataque perpetrado en el noroeste de Colombia en el que ocho policías fueron asesinados, y dijo que confía en la «fortaleza» de ese país para esclarecer los hechos.
«Panamá y su Gobierno se solidarizan con el Gobierno y pueblo de Colombia, y confían en que la fortaleza que caracteriza al hermano país suramericano le permita afrontar las consecuencias de este crimen de lesa humanidad», indicó la Cancillería panameña en un escueto comunicado.
El ataque tuvo lugar la mañana de este miércoles en San Pedro de Urabá, ubicado en el departamento de Antioquia y limítrofe con Panamá.
Los agentes fallecidos, un subintendente y siete patrulleros, acompañaban a funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras cuando fueron emboscados en el caserío de El Tomate, señaló la Policía colombiana.
Aunque se desconocen los autores del ataque, en la región de Urabá, que limita con Panamá, operan diferentes grupos, entre ellos el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país de origen paramilitar, según el cuerpo de seguridad.
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