Una perrita de servicio le avisó a su dueña que algo andaba mal, y aunque ella no tenía ningún síntoma y se sentía bien, prefirió confiar y llamó a emergencias. Resultó que su corazón estaba fibrilando y corría riesgo su vida.
Shauna Darcy, residente de la ciudad de Austin, Texas, adoptó a una dulce perrita pitbull de servicio llamada Ruby; en ese momento Shauna pasaba por episodios de depresión, ansiedad y agorafobia.
“Mientras se entrenaba para ser una perra de servicio, noté que ella comenzó a detectar cambios en mi ritmo cardíaco y actuaba de manera extraña, por ejemplo, me pateaba, intentaba llamar mi atención, se me ponía encima, etc.”, dijo Shauna a The Dodo.
Ruby y Shauna hicieron una relación muy fuerte. La empatía de Ruby hacia Shauna se hizo tan evidente que la tierna perrita se comunicaba cuando algo no estaba bien con su organismo.
Cuando Shauna pasaba por ataques de pánico, Ruby la ayudaba a controlar su ritmo cardíaco y su presión arterial, y le acercaba sus medicamentos de emergencia. Además, la inteligente perrita puede llevar víveres, recoger objetos cuando se caen y agarrar cosas que su dueña no puede alcanzar y está entrenada en terapia de presión profunda.
«Cuando me desmayo, ella se pone encima mio, aplica toda su presión sobre mí y me lame las manos y la cara hasta que vuelvo», comenta la dueña de Ruby.
Un día Ruby comenzó a alertar a su dueña de que algo andaba mal, sin embargo, Darcy se sentía bien, pero decidió confiar en Ruby y llamó al servicio de emergencias.
«Resultó ser que mi corazón estaba sufriendo fibrilación auricular», destacó Shauna. «Cuando llegaron los paramédicos estaba dolorida y apenas consciente».
Cuando los paramédicos la llevaron al hospital se dio cuenta que Ruby le había salvado la vida.
Mientras los médicos intentaban reanimarla, Ruby no quería irse de su lado, estuvo en todo momento cerca de ella.
La inteligente perrita se hizo muy popular en el hospital, todos querían conocer a la pequeña heroína y a ella siempre estaba encantada de saludar a todos. Pero nunca se alejaba de Shauna.
«No estaría viva sin ella», exclamó su dueña.
Shauna es afortunada de tener a Ruby que no solo la ayuda con sus enfermedades, sino que le da el amor y la contención que necesita.
Estos perritos son un poco perezosos
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