Cusco, patrimonio cultural de la humanidad desde 1983, acaba de paralizar la construcción de un edificio de siete plantas destinado a convertirse en hotel de lujo en pleno centro histórico de la ciudad peruana donde las alturas máximas permitida son de dos pisos.
Según las autoridades, el edificio rompe el paisaje urbanístico, una mezcla de vestigios incas y arquitectura colonial en una ciudad que cuenta con un plan maestro desde 2004 que prohíbe expresamente construcciones superiores a dos alturas y sótanos.
La polémica edificación recibió el visto bueno de una comisión multisectorial integrada por la municipalidad del Cusco, la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC), Defensa Civil, los colegios de ingenieros y arquitectos.
En 2010 obtuvo la licencia para construir y en 2013 solicitó la modificación del proyecto para alcanzar los siete pisos. Recibió la nueva autorización un año después, cuando estaba por terminar la gestión del anterior alcalde.
Pero en noviembre, alguien se da cuenta de que la «volumetría de la construcción» afecta la armonía arquitectónica de las vetustas casonas cusqueñas, y la DDC ha pedido al municipio la paralización del proyecto.
La municipalidad ha anulado la licencia de edificación. Según dijo la Sociedad de Hoteles del Perú (SHP) al diario Gestión, el recinto cuenta con todos los permisos para operar y, cerrarlo, sería un nefasto mensaje para los inversionistas.
«No puedo asegurar que tiene que demolerse, pero tiene que ajustarse a los parámetros, debe tener dos pisos y tiene diez (contando los sótanos)», dijo a la AFP el arquitecto Oscar Chara, gerente del Centro Histórico de la Municipalidad del Cusco que responsabilizó al ministerio de Cultura por no advertir de esta edificación que está a metros de su oficina.
«La calle tiene dos frentes, en ambos lugares se puede ver, aparentemente, que cumplen con los parámetros de dos pisos. A simple vista no se aprecia la infracción», dijo vía telefónica a la AFP el jefe de la DDC, Daniel Maraví, quien asumió el cargo después de iniciado el conflicto.
Ciudad patrimonio
Según el proyecto de actualización del Plan Maestro del Centro Histórico, el 54% de casas del centro del Cusco tienen alto valor patrimonial, entre ellas el Coricancha, el Palacio Arzobispal, la catedral e iglesias. No obstante, el 42% de las casonas presenta un estado de conservación malo o ruinoso.
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Cusco, «ombligo» o «centro», en lengua quechua, fue la capital del Tahuantinsuyo desde donde partía una red de caminos incas que conectaban los cuatro «Suyos» o regiones del imperio. Hoy junto a Machu Picchu son los lugares mas visitados por turistas. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983.
«En una carta al ministerio de Cultura, la Unesco muestra su preocupación por esa edificación con el 90% ya construido, pero también de otras que son ilegales y se levantan en la ciudad cusqueña», dijo Maraví. La AFP solicitó la versión de la Unesco, pero no obtuvo respuesta.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos-Artísticos (Icomos-Perú) advierte en un comunicado que «están peligrando los valores universales excepcionales que reconocieron al Cusco como una de las más valiosas ciudades del Patrimonio Mundial».
Hacer excavaciones para construir inmuebles o pistas en la zona monumental es peligroso, debe existir un estudio previo. En noviembre del 2014, unos trabajadores del municipio levantaron adoquines de una calle que llevaba a la plaza de Armas y hallaron restos de un puente prehispánico, con un muro de casi dos metros y escalinatas.
El centro histórico del Cusco es como una superposición de varias pieles, «levantas una piedra y te encuentras con sorprendentes vestigios de culturas anteriores», señaló Maraví.
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