La próxima visita de Estado del cabecilla chino, Xi Jinping, a EE.UU. tiene a muchos medios de comunicación extranjeros especulando sobre los posibles temas a ser tratados en las conversaciones con el presidente Barack Obama, desde las tensiones regionales provocadas por las actividades de Beijing en el Mar del Sur de China, a las cuestiones de derechos humanos, y los ciber ataques.
Otras preocupaciones no menos importantes en la reciente dinámica chino-estadounidense incluyen temas económicos destacados por los resultados de la reciente encuesta de Pew Center, incluyendo las tenencias del Tesoro de EE.UU., el flujo de empleos a China, y el déficit comercial estadounidense.
Derechos Humanos, los inmigrantes, y la línea de los nueve trazos
EE.UU. seguramente hablará y se centrará en los abogados de derechos detenidos como Wang Yu, Gao Yu y una lista de liberaciones que podría ser propuesta. Según las reuniones pasadas, estos esfuerzos no están propensos a dar mucho fruto. Quizás Beijing dará una demostración de «sinceridad» y liberará a los enfermos graves como Gao Yu.
La cuestión que rodea la polémica «línea de nueve trazos» es en realidad una lucha de poder por quién va a jugar un papel decisivo en la región.
Los ciber-ataques son otro tema candente. Las quejas de la inteligencia estadounidenses de líneas borrosas entre los sectores militares y empresarios chinos se encontrarán con poco más que la protesta de la cancillería china y la retórica de Beijing, ya que no tienen a un segundo Snowden en sus manos.
La polémica sobre la «línea de nueve trazos» que delinea las reclamaciones de Beijing en el Mar del sur de China es probable que se concluya, ya que es en realidad una lucha de poder sobre quién va a jugar un papel decisivo en la región.
Los inmigrantes ilegales chinos podrían ser un punto planteado en la cumbre Xi-Obama. Según las autoridades de inmigración de Estados Unidos, hay 39.000 chinos en el país a la espera de la deportación, incluyendo 900 «criminales violentos». Probablemente China exija la extradición de funcionarios fugitivos buscados por corrupción como Ling Wancheng (hermano del depuesto alto funcionario Ling Jihua y Guo Wengui).
Problemas Económicos
Como el capital industrial estadounidense y los fabricantes se retiran del mercado laboral chino cada vez más caro, la fobia de China por el robo de empleos en Estados Unidos no se tratará. El lema «Made in USA Nuevo» realizado por el Boston Consulting Group en mayo de 2011 se está convirtiendo en realidad, a medida que China enfrenta tanto cierres de fábricas como la creciente ola de desempleo provocada por la disminución de la inversión extranjera.
En 2010, el entonces viceprimer ministro Zhang Dejiang reveló que las empresas extranjeras de China proporcionaron unos 45 millones de puestos de trabajo, y si se tienen en cuenta las empresas nacionales que apoyan indirectamente a estos inversores internacionales, cientos de millones de trabajadores estarían involucrados. Si China perdiera a un tercio o a la mitad de ellos sería devastador.
Mientras tanto, las empresas chinas en EE.UU. han empleado más de 80.000 personas, con un aumento de 15.000 en 2010 y prácticamente ninguno en el 2000.
Lo más preocupante es el déficit comercial que EE.UU. está experimentando con su socio chino. Este es el resultado directo de aceptar a China como miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). De acuerdo con un informe de la aduana china, el 8 de septiembre, las importaciones del país y las exportaciones de ambos siguieron disminuyendo en agosto. Los ingresos totales por exportación fueron de 197 mil millones de dólares, con una baja del 5,5 por ciento. Las disminuciones en las exportaciones fueron causadas principalmente por una caída en el comercio con la Unión Europea y Japón, pero las exportaciones a Estados Unidos y la ASEAN mantienen el crecimiento.
El comercio chino-estadounidense, que asciende al 14,1 del valor total del comercio exterior de China, fue de 355 mil millones de dólares, con un aumento del dos por ciento.
Las exportaciones chinas a EE.UU. ascendieron a 250 mil millones de dólares, aumentando un 5,9 por ciento, mientras que las importaciones ascendieron a 93,75 mil millones, con una baja de 7,4 por ciento.
Estados Unidos criticó al régimen chino por agravar el desequilibrio comercial, proporcionando subvenciones a las exportaciones de las empresas nacionales (causando el dumping en el extranjero) mientras carga elevados aranceles a las importaciones de Estados Unidos, junto con el control de cambios. Pero cuando China ingresó en la OMC, no había ningún requisito específico sobre las regulaciones de divisas de China, y aspectos tales como los subsidios gubernamentales sólo puede resolverse mediante el inicio de los mecanismos de solución de diferencias internas de la OMC.
Contar con este tipo de conversaciones para persuadir a China a abandonar los subsidios y reducir los aranceles ya era prácticamente imposible; en la actual crisis económica china, es aún menos probable. Cualquier promesa de los chinos sería retórica vacía.
Las posesiones del Tesoro: El interés común
La posesión de dólares como reservas de divisas es una práctica común entre los países de mercados emergentes y los bonos del Tesoro de Estados Unidos suelen ser la mejor opción. China mantiene una cantidad de bonos del Tesoro precediendo solamente a Japón. En febrero de este año, las tenencias totales de China de bonos del Tesoro y valores estadounidenses eran 1,2 billones de dólares, sólo un poco menos que los japoneses.
Teniendo en cuenta el tamaño de las reservas de divisas de China, el impacto de la venta de los bonos del Tesoro de Estados Unidos sería mucho mayor que la de otros países.
Desde mediados de agosto, cuando China anunció la devaluación del yuan, el circulante se ha estado vendiendo rápido. Para estabilizar el tipo de cambio del yuan y evitar una mayor devaluación, China vendió cerca de 200 mil millones en bonos del Tesoro.
En el pasado año fiscal, los bonos del Tesoro se contrajeron en todas partes, porque los bancos estatales de China han estado comprando yuanes para estabilizar el tipo de cambio.
Para China proteger su moneda del impacto de la devaluación es de crucial importancia; por otra parte, ahora Estados Unidos también ve que las consecuencias de la devaluación del yuan no son necesariamente beneficiosas. Ambas partes tienen un «interés común» en los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
En suma, no hay mucho que esperar de la próxima visita de Estado de Xi Jinping. Las numerosas disputas por intereses económicos sólo permiten el consenso y la colaboración en temas vagos como el clima, la «sinceridad», y las listas de «expectativas».
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