Después del 20 de julio de 1999, Luo Gan fue el principal ejecutor de las políticas genocidas contra la disciplina de meditación Falun Gong. Entre 1999 y 2002, participó en la creación de una serie de medidas para escalar la persecución comenzando por el Buró Político y el Judicial, fijándole como «objetivo principal la supresión de Falun Gong». Según las cifras recolectadas y Amnistía Internacional, a cada lugar donde Luo Gan fue a supervisar que dichas medidas se llevaran a cabo, la cantidad de torturas y muertes aumentaron drásticamente. , entrenado en el este de Alemania, se ganó al apoyo del presidente Jiang por su golpe contra Falun Gong y de otras organizaciones ‘clandestinas’.»
Amnistía Internacional declara en su Informe Mundial 2004: «En julio, un importante dirigente chino, Luo Gan, pidió que prosiguiera la campaña de ‘mano dura’ contra la delincuencia. Esta campaña había provocado un rápido aumento del número de condenas a muerte y de ejecuciones tras su iniciación en abril de 2001, y se temió que siguiera dando lugar a procedimientos judiciales abreviados, al uso de la tortura y los malos tratos para obtener ‘confesiones’ y la imposición de la pena de muerte sin el debido procedimiento legal.»
Como Secretario del Comité Central de Asuntos políticos y legislativos del PCCh, Luo Gan usó el poder absoluto de la «Oficina 610», para que todos los niveles del gobierno participaran en el genocidio contra Falun Gong. En sus discursos públicos «elogió» a todos los que lo llevaban a cabo y que se unían la persecución, elogió públicamente la represión a los practicantes de Falun Gong que apelaban pacíficamente en la Plaza Tiananmen y destinó una gran cantidad de dinero al Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, el cual declaró como «modelo ejemplar» para la «reeducación» de los practicantes de esta disciplina.
El genocidio del Partido Comu-nista Chino contra los practicantes de Falun Dafa llevado a cabo por la Oficina 610 (dirigida hasta hace poco por Luo Gan) ya lleva 2.780 muertes documentas por tortura (la cifra real se calcula que es varias veces mayor), con millones de personas arrestadas ilegalmente, muchos de los cuales son detenidos y torturados en campos de trabajo forzado en todo el territorio chino.
Actualmente la Oficina 610 se encarga de perseguir también a cristianos, budistas, otros grupos espirituales y disidentes políticos.
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