El suizo Roger Federer protagonizó este miércoles el gran partido de esta edición en la pista central de Wimbledon, al poder remontar los dos primeros sets desfavorables para él.
En un juego memorable, remontó dos sets y tres bolas de partido al croata Marin Cilic para alcanzar las semifinales en el All England Club con un 6-7(4), 4-6, 6-3, 7-6(9) y 6-3 en tres horas y 17 minutos.
Así es como esta victoria lo catapulta un salto más en la historia del tenis, ya que es la número 307 en partidos de Grand Slam, superando a la checa Martina Navratilova.
En un partido muy parejo entre un Federer en ocasiones algo ausente y un Marin Cilic a un nivel brillante, poco visto anteriormente, los dos primeros sets se fueron del lado de Cilic, el campeón del US Open en 2014.
El tercer set, con un séptimo juego decisivo y luego de ir perdiendo 0-40, Federer se empezó a despertar y selló el set por 6-3.
Muy parejos en el cuarto set, con un leve predominio en el juego de Cilic, que dejó pasar varias oportunidades. Federer levantó tres match points y cuando tuvo su chance no perdonó. En el tie break, dos aces consecutivos, y otro buen saque que el croata devolvió largo pusieron las cosas como al principio. Cuando Cilic dudó, Federer remató y fue como el ave fénix que renació de sus cenizas.
Ya con esta supremacía, Federer jugó con absoluta confianza y así continuó con esa determinación hasta concluir la hazaña y se consagró para las semifinales.
A los 34 años, Federer está frente a la oportunidad única de volver a alzar un trofeo de Grand Slam, luego de un año con poca actividad debido a la pequeña cirugía en los meniscos que le impidió jugar en Roland Garros. Sin Djokovic en el camino, Federer lo tiene mucho más despejado.
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