Un terremoto de magnitud 8,1 en la escala de Richter sacudió el territorio mexicano cerca de la medianoche del jueves y provocó la muerte de al menos 60 personas y un número indeterminado de casas y edificios dañados o derribados, según los datos más recientes.
El viernes por la tarde, Luis Felipe Puente, Coordinador Nacional de Protección Civil, escribió en su cuenta de Twitter que el Comité Nacional de Emergencias reportó 45 fallecidos en Oaxaca, 10 en Chiapas y 3 en Tabasco.
Una hora después, el secretario de Protección Civil de Chiapas, Luis Manuel Moreno García, confirmó a The Associated Press que el número de fallecidos en ese estado subió a 12 con base en su último recuento de la evaluación sobre los daños del terremoto, con lo que el total de muertos se elevó a 60.
A diferencia de la magnitud establecida por el Servicio Geológico de Estados Unidos, el presidente Enrique Peña dijo que el temblor fue de 8,2, lo cual lo convirtió en el mayor en al menos 100 años.
Su epicentro estuvo localizado a 165 kilómetros al oeste de Tapachula, en el estado sureño de Chiapas fronterizo con Guatemala, a una profundidad de 69.7 kilómetros, pero se sintió en 12 estados mexicanos, incluyendo Ciudad de México, a más de 1.000 kilómetros, y en Guatemala y El Salvador.
El gobernador de Oaxaca dijo al prensa local que al menos 23 personas murieron en la costa del estado. La oficina federal de Protección Civil también dio cuenta de al menos siete muertos en Chiapas y dos más en lista del estado de Tabasco.
La sacudida se produjo a las 23:49 del jueves y según Peña Nieto las autoridades tenían registradas al menos 62 réplicas más. Los edificios en la ciudad de México se sacudieron por más de un minuto y la gente salió de sus casas. En algunas zonas de la ciudad se suspendió el servicio eléctrico pero regresó a la normalidad en un 80%.
“La casa se movía como chicle, y se fue la luz momentáneamente e internet, escuchamos que se caían muchas cosas, los animales súper inquietos porque es zona rural y mucho sonido de sirenas en San Cristóbal», dijo Rodrigo Soberanes, que vive cerca de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, un estado pobre y de mayoría indígena popular entre los turistas.
El Centro de Alertas de Tsunami de Estados Unidos emitió alertas generalizadas por tsunami en la costa pacífica de varios países de la región, pero no se esperan mayores riesgos. La agencia indicó que podrían producirse olas en las tres horas siguientes en Guatemala, Honduras, México, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Ecuador. No había amenaza de tsunami en la costa oeste de Estados Unidos. Las olas podrían superar los tres metros en México, según el Centro de Alertas.
“Se trató de un sismo de gran escala”, dijo el mandatario en un mensaje la madrugada del viernes. El presidente aseguró que fue mayor al de 1985, el cual fue de magnitud 8,1 y dejó miles de muertos sólo en la Ciudad de México.
El gobierno anunció la cancelación de clases en 11 de los 32 estados del país para evaluar daños en los edificios y cuerpos de emergencia se encontraban en zonas costeras para evacuar a la población ante una alerta de tsunami.
El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, informó en Milenio Televisión que tres personas murieron y dijo que tenía reportes de daños en hospitales, escuelas, puentes y carreteras, aunque no dio más detalles.
En Tabasco, vecino a Chiapas, el gobernador Arturo Núñez dijo que murieron dos niños: uno al caérsele una barda y otro más en un hospital, donde se apagó el ventilador que lo ayudaba a respirar.
En Guatemala el presidente Jimmy Morales señaló que tenía reportes de una persona fallecida en San Marcos. Dijo que había “algunos daños” sin dar más detalles.
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