Pregunta: Estoy pensando en enseñarle a Cameo, mi gato de calicó recién adoptado, a usar el baño en lugar de una caja de arena. ¿La mayoría de la gente tiene éxito en el entrenamiento de sus gatos para usar el baño?
Respuesta: No recomiendo entrenar a los gatos para ir al baño por tres razones.
Primero, mi mamá me dijo que cuando visitó a su tía, que había entrenado a su gato para usar el inodoro, el asiento del inodoro a menudo estaba mojado. Mamá aprendió rápidamente a mirar antes de sentarse.
Cada vez que Cameo eche de menos la taza del baño, usted también puede descubrir una sorpresa desagradable, especialmente si visita el baño a media noche.
La segunda razón por la que no apoyo el entrenamiento para usar el baño es que es un comportamiento antinatural para los gatos, por lo que es probable que le produzca estrés. En los gatos, el estrés a menudo se manifiesta como una evacuación de orina inapropiada.
A la mayoría de los gatos no les gusta el agua, especialmente los baños, así que imagine cómo se sentirá Cameo si se resbala en la taza del inodoro mientras elimina.
Es muy posible que Cameo se traumatice tanto al tener que usar el inodoro que orine en el piso.
O puede «aguantar» demasiado tiempo, aumentando el riesgo de infección del tracto urinario.
Tercero, si obliga a Cameo a usar el baño, perderá una importante forma de controlar su salud. Recoger su basura le permite notar si comienza a orinar en grandes cantidades, un signo de diabetes o enfermedad renal, o muchos pequeños puntos de orina, lo que puede indicar una infección. Además, al recoger su arena le permitirá reconocer la diarrea o el estreñimiento.
En lugar de entrenar a Cameo para que se equilibre en el asiento del inodoro y orine sobre un charco de agua, ofrézcale arena suave, similar a la que los gatos se sienten instintivamente atraídos. Ambos serán más felices.
Pregunta: Major, mi perro mestizo de 10 años, de repente se empezó a tambalear en círculos como si estuviera borracho. Su cabeza se inclinó hacia un lado, y vomitó y se niega a comer.
Lo llevé rápidamente al veterinario, esperando que me dijera que se estaba muriendo, pero el veterinario me diagnosticó un trastorno llamado síndrome vestibular del perro viejo. Le recetó medicamentos para el mareo y dijo que Major se pondría bien pronto.
¿Hice algo malo? Por favor, infórmeme sobre esta espantosa enfermedad.
R: El síndrome vestibular de perro viejo se desarrolla cuando el aparato de equilibrio en lo profundo de una de las orejas del perro se estropea. Aunque se desconoce la causa, tenga la seguridad de que no ha hecho nada malo. Esta condición es común en los perros viejos, y se resuelve en poco tiempo.
Los signos clínicos comienzan abruptamente e incluyen un equilibrio tan pobre que el perro podría ser incapaz de mantenerse en pie. Los perros afectados pueden caminar en círculos, rodar y tener la cabeza inclinada.
Si mira con atención, puede observar que los globos oculares de Major se mueven rítmicamente de un lado a otro o en círculos, una condición llamada nistagmo (nis-TAG’-mus).
Además, los perros con síndrome vestibular a menudo experimentan vómitos, babeo y pérdida de apetito.
Con el uso de medicamentos para controlar los mareos y los vómitos, la mayoría de los perros se sienten mejor en unos pocos días o semanas. En algunos perros, queda una sutil inclinación de la cabeza, especialmente cuando están cansados.
Afortunadamente, la condición raramente se repite.
Lee Pickett, VMD, se especializa en medicina para animales domésticos en Carolina del Norte. Comuníquese con ella en AskTheVet.pet. Derechos de autor 2020 Lee Pickett, VMD. Distribuido por Creators.com.
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