El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, quien lideró la oposición al acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, lanzó una serie de propuestas para iniciar el diálogo y salvar el proceso de paz que ha quedado en entredicho desde que el «No» a la ratificación ganara en el plebiscito del domingo.
El exmandatario presentó ante una plenaria del Congreso, tres modificaciones al pacto —una salida judicial para los exguerrilleros que no hayan cometido delitos atroces, protección efectiva para las FARC y alivios judiciales para los miembros de las Fuerzas Armadas que enfrentan procesos judiciales por sus actuaciones durante el conflicto armado.
El presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, respondió que no es el Congreso quien debe aceptar las propuestas, sino las personas designadas por el presidente Juan Manuel Santos para dialogar.
[insert page=’no-plebiscito-colombia-farc’ display=’template-relacionadas.php’]
“El tema de amnistía para los guerrilleros está bien, pero esa es una ley que está íntimamente ligada a la Jurisdicción Especial para la Paz. Nosotros no podemos hacer cambios a esa ley acordada con las FARC”, afirmó Lizcano sobre el primero de los puntos planteados.
Santos ratificó el lunes al jefe negociador del acuerdo original, Humberto de la Calle, a la canciller María Ángela Holguín y al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, como los representantes de su gobierno al diálogo con los promotores del “No”.
El acuerdo de Paz tenía que haber sido ratificado durante un plebiscito que tuvo lugar el domingo, pero los promotores del “no”, liderados por el partido de Uribe, Centro Democrático, terminaron imponiéndose por un escaso margen.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.