El Consejo Electoral Nacional de Venezuela inicia ese miércoles la revisión de 1.850.000 firmas recogidas por la oposición para iniciar el proceso revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
La revisión implica el conteo de las planillas y las firmas que tiene cada registro para luego pasar a una “verificación presencial” que se puede extender por cinco días, en la que los firmantes pueden ser convocados por el CNE a varios puntos en todo el país, para registrar su huella dactilar y ratificar sus rúbricas.
El CNE debe validar al menos 195.721 firmas, un 1% del padrón electoral, para pasar a la siguiente fase del revocatorio.
El presidente Maduro ha amenazado con una “demanda de resarcimiento” contra la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que convocó a la recolección de firmas, si se detecta alguna firma falsificada.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, desestimó la amenaza y dijo que esta solo “revela lo desubicado que está” Maduro.
La oposición sostiene que el referendo revocatorio contra el presidente representa una salida pacífica a la difícil situación del país, que sufre una desbordada inflación, crónica escasez de alimentos y medicinas, apagones programados, y una profunda recesión económica.
El gobernante dijo la noche del martes que está dispuesto a ir al referendo si el CNE ratifica las firmas, con la confianza que el pueblo venezolano lo apoyará.
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