La periodista Mary Anastasia O’Grady, columnista del diario The Wall Street Journal, en su columna habitual de los lunes, dedicada a temas latinoamericanos afirma que el régimen que encabeza Raúl Castro “reprime con renovada brutalidad a cualquiera que se atreva a no supeditarse a su gobierno totalitario”. El artículo se titula: Obama traicionó a los disidentes cubanos.
Destaca la periodista que la flexibilización que el presidente Obama inició en 2014 hacia Cuba no ha provocado “algún tipo de quid pro quo en derechos humanos por parte de La Habana” y “hasta ahora, eso ha fracasado”. Como referencia usa a grupos independientes de derechos humanos que “dicen que las condiciones se han deteriorado durante los 20 meses desde que el presidente estadounidense decidió normalizar las relaciones y relajar las restricciones comerciales y de viajes de estadounidenses”.Y recuerda que “muchos grupos disidentes se opusieron a cualquier deshielo de EE.UU. sin que se incluyeran condiciones sobre derechos humanos” por lo que ahora “dicen que se siente abandonados por Washington, en cuyo apoyo moral confiaron por largo tiempo”.
Pone como ejemplo el caso de Guillermo Fariñas, quien envió el 20 de julio una carta a Raúl Castro anuniciando el inicio de una huelga de hambre y sed hasta que el gobernante no coloque a un vicepresidente para que se reúna con la oposición, también exige el “cese a la política de estado de tortura y arresto de disidentes así como de confiscación de sus propiedades” y destaca que “Fariñas también tiene razones personales para sentirse traicionado”.
Durante el encuentro de Obama en noviembre del 2013 con Fariñas y Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, en la casa en Miami de Jorge Mas Santos, donde el mandatario había ido a un evento recaudador de fondos para el partido demócrata, ambos opositores cubanos “dijeron a la prensa local que le habían pedido a Obama que asegurara que cualquier cambio en la política de EE.UU. hacia Cuba considerara las opiniones de la oposición no violenta”.
Expone el caso de Carlos Amel Oliva, joven opositor cubano de 28 años, quien el 13 de julio inicio una huelga de hambre junto a otros miembros de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, exigiendo el “cese de la política de estado de golpear y arrestar a los disidentes”. O’Grady afirma que “que la huelga de hambre de Fariñas empezó como un acto de solidaridad con otros disidentes y como protesta contra la continua represión” y cuando “Amel y los otros cubanos que lo acompañaron terminaron la semana pasada su huelga de hambre. Fariñas no.”
Hace una apelación la periodista a que el Papa Francisco intervenga a favor de las Damas de Blanco, enfatizando que “en su camino a misa los domingos son golpeadas, pateadas y apedreadas por partidarios de los Castro. Ellas son detenidas con frecuencia”.
Y termina el articulo preguntando: “¿Es esto lo que el presidente Obama llama normalización?
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