El fiscal general William Barr criticó recientemente al movimiento Black Lives Matter, diciendo que sus activistas no están realmente interesados en las vidas de los negros estadounidenses, sino que están interesados en impulsar una agenda política más amplia.
Barr hizo dichas declaraciones durante un discurso pronunciado en el Hillsdale College el miércoles, donde dijo que si bien el concepto que alude a que las vidas de los negros importan es válido, los activistas del movimiento solo están usando los casos de los negros estadounidenses abatidos por las fuerzas de seguridad como «accesorios».
«Como premisa, ¿quién puede discutir con la premisa ‘Las vidas de los negros importan’? Pero no les interesan las vidas de los negros, les interesan los accesorios. Un pequeño número de negros que son abatidos por la policía durante un conflicto con la policía, generalmente menos de una docena al año, que pueden utilizar como accesorios para lograr una agenda política mucho más amplia», dijo el fiscal general.
Barr continuó diciendo que para él, la cuestión de las vidas de los negros es «no solo mantener a la gente viva, sino también tener prosperidad y florecimiento en sus comunidades». Dijo que la principal causa de muerte de una persona negra menor de 44 años es el crimen, en el que le dispara otra persona negra.
«A la izquierda le gusta hablar sobre cómo tratar las causas de fondo, pero todas sus soluciones dependen de que las calles sean pacíficas en última instancia», dijo Barr. «La educación, las actividades extraescolares, todo esto depende de la paz. Si su escuela está dirigida por una pandilla eso no les llevará a ninguna parte. Y así, como digo, la base de todo progreso humano es el Estado de derecho».
Las protestas que reclamaban un cambio en la policía y en la responsabilidad de la policía estallaron en toda la nación tras la muerte de George Floyd, que murió después de que un policía de Minneapolis se arrodillara en su cuello durante varios minutos mientras era arrestado.
El incidente, dijo Barr, demostró que el país todavía tiene trabajo por hacer en lo que respecta a corregir años de desconfianza entre la comunidad negra estadounidense y las fuerzas de seguridad.
«Antes del incidente de George Floyd, pensaba que estábamos en un buen lugar», dijo Barr en una entrevista en julio. «Pensaba que las oportunidades económicas se estaban expandiendo y que la comunidad negra estadounidense podía participar más que nunca en esas oportunidades».
«Creo que este episodio en Minneapolis demostró que aún tenemos trabajo por hacer para enfrentar la desconfianza que existe en la comunidad negra estadounidense hacia las fuerzas de seguridad».
Barr había dicho anteriormente que Estados Unidos todavía está en proceso de hacer reformas para asegurar que las instituciones estadounidenses, que habían sido explícitamente racistas antes de los años 60, reflejen los valores y la ley de la sociedad moderna.
Señaló en esa entrevista con ABC que ha habido cierto éxito en la reforma de las prácticas policiales en los últimos años para reducir el número de muertes de negros estadounidenses por el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Añadió que, si bien esa esfera es importante, el concepto de «black lives matter» también debe ampliarse más allá de las vidas perdidas por el abuso policial, algo que con frecuencia se pone de relieve en los diálogos nacionales.
«Obviamente, las vidas de los negros importan. Creo que todas las vidas, todas las vidas humanas, son sagradas. También creo que su uso actual está distorsionando el debate hasta cierto punto. Porque se usa para referirse exclusivamente a las vidas negras que se pierden por la mala conducta de la policía, que ha ido bajando, estadísticamente. Hace cinco años, hubo 40 incidentes de este tipo. Este último año, fueron 10. Así que al menos es una trayectoria positiva. Pero si lo comparamos con los 8000 homicidios de la comunidad negra estadounidense (…) son las vidas de los negros las que importan también», dijo.
El movimiento Black Lives Matter fue fundado después de la muerte del adolescente negro Trayvon Martin. El atacante, George Zimmerman, fue acusado del asesinato en segundo grado de Martin. Un jurado absolvió a Zimmerman en 2013.
La absolución provocó indignación e impulsó a Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi a crear el movimiento, que cobró importancia en 2014 tras la muerte de Michael Brown y Eric Garner. En una entrevista reciente, la cofundadora Cullors se describió a sí misma y a Garza como «marxistas entrenadas».
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