El fiscal general William Barr, dijo el jueves que las autoridades reportaron hecho 51 arrestos por crímenes federales relacionados con disturbios violentos durante días de protestas por la muerte de George Floyd.
Barr dijo que el Departamento de Justicia y otras agencias federales están trabajando día y noche para restaurar el orden, añadiendo que se han desplegado recursos para sofocar los brotes de violencia en varios lugares.
«Mientras que muchos han expresado pacíficamente su ira y su dolor, otros han secuestrado las protestas para participar en la anarquía, disturbios violentos e incendios provocados, saqueos de empresas y a la propiedad pública, asaltos a agentes del orden público y a personas inocentes, e incluso el asesinato de un agente federal», dijo durante una conferencia de prensa junto con el director del FBI, Chris Wray.
«Tales actos de anarquía sin sentido no son el ejercicio de los derechos de la Primera Enmienda; son crímenes diseñados para aterrorizar a los ciudadanos e intimidar a las comunidades».
La muerte de Floyd, un hombre negro que murió mientras el expolicía de Minneapolis, Derek Chauvin, se arrodilló en su cuello durante casi nueve minutos durante un arresto, ha desatado una indignación generalizada que ha provocado protestas y disturbios en todo el país. Chauvin fue arrestado y acusado de asesinato en segundo grado. Los otros tres oficiales involucrados en el arresto también fueron acusados en relación con el incidente.
Barr dijo que las autoridades están viendo «tres grupos de actores diferentes» en las manifestaciones: manifestantes pacíficos que ejercen sus derechos amparados por la Primera Enmienda, grupos aprovechando la oportunidad de participar en el saqueo y agitadores extremistas quienes han «secuestrado» las protestas para seguir sus propias agendas. Dijo que hay pruebas de que el último grupo es el culpable de la actividad violenta.
«Tenemos pruebas de que Antifa y otros grupos extremistas similares, así como actores de diversas persuasiones políticas, han estado involucrados en la instigación y participación en la actividad violenta», dijo. «También estamos viendo actores extranjeros que juegan en todos los bandos para exacerbar la violencia».
El fiscal general también sopesó las preocupaciones expresadas por los manifestantes sobre la mala conducta de la policía y las injusticias del sistema de justicia penal, y añadió que se reunirá con la comisión del departamento sobre la aplicación de la ley y los líderes de la comunidad a finales de este mes para «encontrar soluciones constructivas».
«Si bien la gran mayoría de los agentes de policía hacen su trabajo con valentía y rectitud, es innegable que muchos afroamericanos no confían en el sistema de justicia penal estadounidense. Eso debe cambiar», dijo Barr. «Nuestra Constitución ordena la protección igualitaria de las leyes, y nada menos es aceptable».
Durante la conferencia de prensa, el fiscal general también se refirió a las críticas sobre la visita del presidente Donald Trump a la histórica iglesia de St. John’s, cerca de la Casa Blanca, para posar para las fotos con sus asesores después de que los manifestantes fueran desalojados del cercano parque de Lafayette.
Dijo que su decisión de expandir el perímetro de cobertura a una cuadra de la Casa Blanca no tenía «ninguna correlación» con la decisión del presidente de ir a la iglesia.
«No sabía que iba a hacer eso hasta más tarde, el día después de que nuestros planes para mover el perímetro estuvieran en marcha», dijo Barr.
Añadió que pensaba que la decisión del presidente de ir a la iglesia era «totalmente apropiada» y no pensaba que fuera un «acto político».
«Creo que el presidente es el jefe de la rama ejecutiva y el principal ejecutivo de la nación y debería poder salir de la Casa Blanca y cruzar la calle hacia la iglesia de los presidentes. No lo veo necesariamente como un acto político», dijo.
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