Un niño de 3 años murió el domingo por la tarde en el barrio de South Deering, de Chicago, y todo indica que fue a causa de estar jugando con un arma de fuego.
El niño, identificado como Mikah Davis fue encontrado en la residencia en el bloque 9600 de la Avenida South Escanaba con una herida de bala en la cara, dijo la policía y la oficina del médico forense del Condado de Cook, según Chicago Suntimes.
La policía respondió a una llamada de emergencia a las 4:15 p.m. del domingo.
Dentro de la residencia encontraron a un niño de 3 años con una herida de bala en la cara, según CBS de Chicago.
Los miembros de la familia le dijeron a la policía que estaban en otra habitación cuando escucharon un disparo cerca de las 4:15 p.m., dijo el portavoz del Departamento de Policía de Chicago, Anthony Guglielmi.
De inmediato llevaron al niño al Hospital Trinity, donde fue declarado muerto, dijo Guglielmi. Vivía en la misma cuadra en la que murió.
Tragic news as this young child has succombed to injuries. Family reports to police that they heard a gunshot while in another room and found their child with a gun. We extend our deepest condolences as detectives continue to investigate. DCFS has also been called in to assist
— Anthony Guglielmi (@AJGuglielmi) July 29, 2019
Los detectives de la zona sur están investigando el tiroteo. El Departamento de Servicios para Niños y Familias fueron llamados para ayudar, agregó Guglielmi.
Según una vecina, en el área no ocurren muchos incidentes, aunque sí se han escuchado balaceras. «Yo aquí ya tengo 17 años viviendo, en este vecindario, y nunca habíamos visto algo así. Sí se oyen balazos de repente de aquí para el parque o en el área comercial, pero cosas así, no», dijo Maribel Díaz, una vecina del lugar, según Univisión.
Otro residente del área expresó tristeza por la situación.
» Tengo aquí ya tiempo y no había nada por aquí cerca. Gente que vamos a trabajar, pero no de así de accidentes de eso, no. Pero qué bárbaros (…) pobrecita criaturita. Se va derechito al cielo», comentó Ramón Ávila.
Por su parte, el activista Andrew Holmes, integrante del grupo Crisis Survivors, que dijo haber estado con la familia del bebé en el hospital, envió un mensaje a la comunidad:
«Revisen sus casas, sus coches, sus cocheras. Si tienen estas armas de fuego guárdenlas bajo llave. Esta familia está sufriendo la muerte de este bebito. Les pido que mantengan a estos padres en sus oraciones ya que están pasando por una situación difícil», reportó Univisión.
Los investigadores están tratando de averiguar cómo el niño obtuvo el arma antes de que aparentemente se dispararse y morir.
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