El régimen comunista de China renovó sus amenazas el 7 de diciembre de tomar represalias contra un plan de boicot diplomático estadounidense a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, diciendo que tomaría «contramedidas contundentes».
«Estados Unidos pagará un precio por sus prácticas», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, en una sesión informativa diaria el martes, cuando se le preguntó sobre las contramedidas específicas. «Pueden permanecer en sintonía para el seguimiento».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció el 6 de diciembre que Estados Unidos no enviaría una delegación oficial a los Juegos de 2022 en protesta por el «continuo genocidio y los crímenes contra la humanidad» del régimen en Xinjiang.
La decisión se produjo en medio de la intensificación de los llamados al boicot por parte de grupos de derechos y legisladores de todo el mundo. Instaron a posponer o trasladar los Juegos de Invierno a menos que el régimen comunista ponga fin a su campaña de represión contra las minorías étnicas en la región del extremo occidental de Xinjiang. Estados Unidos y otras democracias occidentales han calificado las acciones de Beijing de genocidio.
El boicot diplomático no afectaría a los atletas estadounidenses «que han estado entrenando, preparándose para este momento», dijo Psaki, pero «podría enviar un mensaje claro».
Cuando se le preguntó a Zhao si el régimen chino boicotearía los Juegos Olímpicos de verano de 2028 en Los Ángeles y los posibles Juegos de invierno de 2030 en Salt Lake City, se negó a comentar, diciendo que Washington debería darse cuenta de la «consecuencia» de su medida.
Tras la decisión de Estados Unidos, Nueva Zelanda dijo el martes que no enviará delegaciones oficiales, citando las preocupaciones de COVID-19. Otros países como Australia, el Reino Unido y Canadá, que también han condenado los abusos de los derechos humanos del régimen, dijeron que están considerando sus posiciones.
Cuando se le preguntó si a Beijing le preocupaba que el boicot diplomático pudiera generar un «efecto dominó», Zhao dijo que los eventos eran para los atletas, y añadió que la asistencia de los funcionarios no «tendría ningún efecto» en los Juegos de Beijing.
El boicot simbólico de Washington a los Juegos ha provocado el aplauso de los grupos que representan a las víctimas del régimen chino.
«El gobierno chino está utilizando los Juegos de Invierno de 2022 como escaparate de su liderazgo mundial», dijo Omer Kanat, director ejecutivo del Proyecto de Derechos Humanos de los Uigures, en una declaración el lunes. «Un boicot diplomático envía una fuerte señal: los gobiernos se niegan a dar luz verde al genocidio uigur».
Más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas han sido encarcelados en campos de internamiento en la lejana región china de Xinjiang. Han sido sometidos a esterilización forzada, tortura, trabajos forzados y adoctrinamiento político.
La Campaña Internacional por el Tíbet declaró el lunes que el boicot era «la opción correcta tanto moral como estratégicamente». Por su parte, el Consejo de la Democracia de Hong Kong saludó la medida como «un buen punto de partida» para hacer responsable al régimen comunista de sus abusos contra los derechos humanos, pero instó a que la administración Biden tomara medidas más concretas.
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