En los últimos días, los medios de comunicación estatales chinos han publicado comentarios en los que se alienta a los jóvenes a trasladarse a las zonas rurales, ya que no hay suficientes puestos de trabajo en las ciudades como consecuencia de las repercusiones económicas por la pandemia. Sin embargo, los agricultores rurales tampoco pueden encontrar suficiente trabajo.
El régimen chino también está promoviendo un plan para fomentar el consumo interno, denominado «circulación económica interna»: Ante la falta de pedidos de exportación debido a la pandemia mundial, China debería establecer cadenas de suministro industriales para producir bienes que los chinos estén interesados en comprar.
No hay trabajo en las zonas rurales
El primer ministro chino Li Keqiang visitó la provincia de Guizhou, al suroeste de China, el 6 y 7 de julio, con el fin de comprender la situación económica actual y los efectos de las graves inundaciones recientes.
«En mi camino hacia aquí, vi muchos talleres de fábrica vacíos a lo largo de las carreteras. Creo que nuestro gobierno local debería alentar a las empresas a utilizarlas para ampliar la producción», dijo Li mientras recorría la fábrica Beiyitong en la ciudad de Tongren el 6 de julio, según los informes del gobierno local.
«[Las empresas] deberían contratar más trabajadores migrantes», dijo Li.
Muchos trabajadores migrantes perdieron sus empleos en la ciudad durante la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Sin una fuente de ingresos, muchos eligieron regresar a sus pueblos natales.
Sin embargo, como las autoridades locales asignan equitativamente parcelas de tierra a cada hogar, las familias rurales han experimentado durante mucho tiempo el dilema de no tener suficiente tierra para ganarse la vida.
A finales de 2019, China tenía 290,77 millones de trabajadores migrantes, según la Oficina Nacional de Estadística de China. Pero como no están registrados oficialmente en las ciudades urbanas donde trabajan, es poco probable que se los tome en cuenta en los datos de desempleo de las administraciones.
No hay empleos en las ciudades
El régimen chino anunció que la tasa oficial de desempleo en las ciudades en mayo era de 5.9 %, aunque los residentes y economistas chinos se muestran escépticos con la cifra.
En abril, el economista chino Li Xunlei y su equipo publicaron por Internet que, según su investigación, la tasa de desempleo nacional debería ser del 20.5 por ciento, lo cual significa que más de 70 millones de personas han perdido su trabajo. Después de que su investigación creara un acalorado debate público, Li se vio obligado a renunciar a su cargo como director de la firma de corretaje china Zhongtai Securities.
En mayo y junio, los medios de comunicación chinos en el extranjero y los medios de comunicación en inglés citaron a economistas chinos (que no querían revelar sus nombres reales) de que 80 millones de chinos están buscando trabajo en las ciudades.
Zhou Li, economista superior y exviceministro del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCCh, publicó un artículo el 22 de junio en el que admitía los enormes desafíos a los que se enfrentaba el país.
«Desde que la pandemia se extendió por todo el mundo, los negocios de exportación en China han recibido muy pocos pedidos. Sus proveedores y compradores han cerrado la producción, y el transporte internacional se ha obstruido», escribió Zhou en el artículo, que fue publicado en el periódico estatal China Social Science News. «Esto ha creado una enorme presión sobre la economía y el empleo de China».
Además de los desafíos económicos, Zhou escribió que China también se enfrenta al deterioro de las relaciones con EE.UU., a la epidemia de virus PCCh en curso, a las transacciones internacionales que dependen del dólar estadounidense y a una escasez de suministros de granos.
Los residentes está sufriendo la mayor parte de las pérdidas económicas. Zhou Na, residente en la ciudad portuaria de Qingdao, al este de China, dijo que muchas fábricas de exportación de la zona están sufriendo.
«[Fabricar] toallas, zapatos, sombreros, ropa (…) casi todos mis amigos que trabajan en estos negocios no tienen trabajo ahora», dijo a The Epoch Times en una entrevista telefónica.
Zhou añadió que muchos residentes ya no pueden darse el lujo de comer fuera.
«Casi nadie come en los restaurantes porque los platos allí son caros. Los vendedores de comida callejera están llenos de clientes porque son baratos. La gente no tiene trabajo y no tiene dinero. Este año es muy duro para nosotros», dijo.
Soluciones propuestas
El periódico estatal People’s Daily publicó un comentario el 6 de julio para animar a los 8,74 millones de estudiantes que se graduaron en la universidad este julio a «ir a las zonas rurales, donde el país te necesita ansiosamente».
Ese es el mismo lema que el régimen chino utilizó durante la campaña «Envío al campo» en los años sesenta y principios de los setenta.
El mensaje los alentó a «convertirse en maestros, agricultores y médicos en las zonas rurales, e ir a las regiones pobres [donde] hay un desarrollo profesional más amplio».
El viceprimer ministro chino Liu He, quien es el máximo responsable de la política económica del Partido, propuso un plan para reactivar la economía durante el foro económico de Lujiazui en Shanghai el 18 de junio.
«Nosotros [China] seguimos enfrentándonos a una presión bastante enorme por la recesión económica (…) Nuestro sistema económico está formando un nuevo patrón, que consiste en depender principalmente de la circulación interna», mientras que sigue confiando en el comercio internacional, dijo.
Liu pidió a los chinos que prestaran más atención a la integridad de la cadena industrial, ya que la actual economía china depende de las exportaciones y los proveedores extranjeros, y dijo que las industrias locales deberían crear más demanda de bienes de fabricación nacional.
De acuerdo con la Administración General de Aduanas de China, China exportó un valor total de 6,2 billones de yuanes (USD 885,000 millones) en los primeros cinco meses de 2020, mientras que importó 5,3 billones de yuanes (USD 762,000 millones), los cuales representan un 4.7 por ciento y un 5.2 por ciento menos, respectivamente, que en el mismo período del año pasado.
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