Según un informe reciente, Beijing se centró en el panorama mediático de distintos países para impulsar su versión sobre la pandemia.
«A medida que la pandemia comenzó a extenderse, Beijing utilizó su infraestructura mediática a nivel mundial para sembrar historias positivas sobre China en los medios de comunicación nacionales, así como para movilizar tácticas más novedosas como la desinformación», declaró la Federación Internacional de Periodistas (FIP), con sede en Bruselas, en su último informe de investigación.
El informe se basó en una encuesta realizada a 54 sindicatos de periodistas de 50 países y territorios diferentes entre diciembre de 2020 y enero de 2021. Estos países se encuentran en Asia-Pacífico, África, Europa, América Latina, América del Norte y Oriente Medio.
A nivel mundial, el 56 por ciento dijo que la cobertura de los medios de comunicación de su país sobre China se volvió más positiva después del brote de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Mientras tanto, el 20 por ciento dijo que no hubo ningún cambio y el 24 por ciento restante dijo que se volvió más negativa.
El informe también descubrió que cuando los países recibían ayuda médica de China para el COVID-19, concretamente vacunas fabricadas en China, las noticias de los medios de comunicación del país tenían una visión más favorable de China.
«De los países en los que el discurso dominante de los medios de comunicación era ‘la rápida actuación de China contra el Covid-19 ha ayudado a otros países, al igual que su diplomacia médica’, más de dos tercios eran receptores de la vacuna Covid de China», afirmaba el informe.
Las deficientes respuestas de Beijing ante la pandemia —incluyendo el modo en que silenció a los médicos denunciantes y no reveló inicialmente que el virus podía transmitirse entre personas— han suscitado críticas internacionales. En un esfuerzo por cambiar la reacción mundial, el PCCh ha tratado de mejorar su imagen aprovechando sus suministros médicos, como mascarillas y vacunas, para la diplomacia.
En una sesión informativa diaria celebrada el 17 de mayo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, destacó que Beijing ha proporcionado «asistencia en materia de vacunas a más de 80 países» y «exportaciones de vacunas a más de 50 países».
«Para China, estos paquetes de rescate satisfacían la necesidad real de asistencia médica al mismo tiempo que proporcionaban un impulso propagandístico que demostraba la condición de Beijing como socio generoso para las naciones necesitadas», afirmaba el informe.
El mismo discurso mediático de que «la rápida actuación de China contra el Covid-19 ha ayudado a otros países» solo se encontró en el 25% de los países que no recibieron las vacunas de China, según el informe. En estos países que no recibieron vacunas, el 60% del discurso mediático dominante era que el encubrimiento inicial de China era el culpable de la pandemia mundial.
«El 57 por ciento de los receptores de vacunas chinas dijeron haber visto intentos de actores chinos para dar forma a las historias de los medios de comunicación en relación con la política local en sus países, en comparación con el 34 por ciento de los países no receptores», según el informe.
Un ejemplo tuvo lugar en Italia. Según el informe, un periodista italiano anónimo dijo que funcionarios chinos locales les pidieron que «dieran más espacio al discurso de Año Nuevo» del líder chino Xi Jinping. El discurso de Xi ya estaba traducido al italiano cuando los funcionarios se lo dieron.
El 31 de diciembre de 2020, Xi pronunció su primer discurso de Año Nuevo desde el inicio de la pandemia mundial. Según los medios de comunicación estatales chinos, Xi destacó que China había «superado el impacto de la pandemia» y «conseguido grandes logros en la coordinación de la prevención y el control».
Como la mayoría de los países del mundo, China ha seguido luchando contra la pandemia. Desde el 17 de mayo, las autoridades chinas han aumentado las alertas en 17 regiones de dos provincias, designando estas zonas como de «riesgo medio» para contraer el virus, tras una oleada de nuevos casos de infección.
«Los periodistas admitieron que había más contenido chino que se abría paso en el ecosistema de las noticias, concretamente un artículo al día en la prensa serbia y cincuenta artículos [del medio estatal chino] de Xinhua al día en el servicio de noticias de la agencia Ansa en Italia», según el informe.
En Túnez, la embajada de China ofreció desinfectante para manos y mascarillas a un sindicato de periodistas sin identificar, según el informe. Además, la embajada también intentó proporcionar ayuda financiera a algunos medios de comunicación privados.
«En algunos países, China también fue vista como el proveedor de la información más precisa sobre el nuevo coronavirus, lo que demuestra su creciente influencia sobre los discursos mundiales», decía el informe.
El informe ofrece varias recomendaciones, una de las cuales es que la FIP organice talleres regionales para concienciar sobre el alcance de los medios de comunicación chinos a nivel mundial.
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