El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera que el régimen chino cometió un «genocidio» y «crímenes contra la humanidad» contra los musulmanes uigures de la región de Xinjiang, una designación hecha por el gobierno de Donald Trump un día antes de la investidura presidencial.
«El presidente Biden calificó la opresión a los uigures como un genocidio, y se posiciona en contra en los términos más fuertes posibles», dijo Emily Horne, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, al medio Washington Examiner.
El gobierno de Trump emitió la orden en la víspera de la toma de posesión de Biden, marcando otra dura medida para condenar los graves abusos de los derechos humanos del Partido Comunista Chino (PCCh) a nivel nacional.
También determinó que el PCCh había cometido en la región crímenes contra la humanidad, citando la detención por parte de Beijing de más de un millón de uigures y otras minorías étnicas o religiosas a cuya población las autoridades someten a trabajos forzados, esterilización forzada y tortura.
Según la Organización de las Naciones Unidas, el genocidio es la «intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso».
Aunque la designación no conlleva sanciones automáticas, supuso un paso poco habitual para el gobierno federal, que históricamente se había mostrado reacio a tomar medidas contra un socio comercial clave. La designación puede hacer que ahora más empresas y países presionen a China para que sea transparente en su trato a las minorías.
El candidato a secretario de Estado de Biden, Anthony Blinken, días antes de que Horne confirmara la postura del presidente, dijo que estaba de acuerdo con la designación de «genocidio». El 19 de enero indicó que creía que el expresidente Donald Trump tenía razón al adoptar un enfoque más duro con el régimen chino y respaldó la evaluación del gobierno de que el Partido Comunista Chino (PCCh) está cometiendo genocidio en Xinjiang.
«Ese sería mi juicio también», dijo Blinken, cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con la evaluación del secretario de Estado saliente, Mike Pompeo, sobre las acciones del PCCh.
«Creo que estamos muy de acuerdo», dijo. «El hecho de forzar a hombres, mujeres y niños en campos de concentración; tratar de, en efecto, reeducarles para que sean adeptos a la ideología del Partido Comunista Chino, todo eso habla de un esfuerzo por cometer un genocidio».
China niega las acusaciones de Estados Unidos sobre violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, la represión de Beijing en Xinjiang, perpetrada a través de su red de campos de internamiento y su sistema de vigilancia masiva, suscitó la condena internacional.
El programa de esterilización masiva de mujeres uigures por parte del PCCh, así como otros abusos de derechos contra la población uigur, han sido bien documentados.
Con información de Cathy He y Reuters.
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