El presidente Joe Biden firmó el 8 de julio una orden ejecutiva destinada a garantizar que las mujeres puedan abortar.
Biden le ordenó al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que amplíe el acceso a varios métodos de aborto, incluida una píldora aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) llamada Mifeprex, que puede tomarse para matar al feto hasta la décima semana de embarazo. La agencia también se asegurará de que las mujeres embarazadas tengan acceso a la atención médica de urgencia e intensificará los esfuerzos para educar al público sobre el acceso al aborto.
Biden también ordenó a su administración que revisara las posibles acciones para proteger la privacidad de los estadounidenses que buscan información sobre el aborto y las mujeres que se practican abortos.
“Existe una creciente preocupación de que los gobernadores extremistas y otros intenten sacar esos datos de su teléfono, que está en el éter, para encontrar lo que está buscando, adónde van y qué están haciendo con respecto a su atención médica”, dijo Biden en declaraciones preparadas en la Casa Blanca en Washington antes de firmar la orden.
Además, la Casa Blanca anunció que el fiscal general Merrick Garland, designado por Biden, y los abogados de la Casa Blanca, convocarán a un grupo de abogados y grupos externos para fomentar la representación de mujeres que se quieren realizar abortos, incluida la representación de mujeres que viajan a otro estado para someterse al procedimiento.
La orden no protege contra los peligros de la píldora: Experto
El Dr. James Studnicki, vicepresidente de análisis de datos del Instituto provida Charlotte Lozier, le dijo a The Epoch Times por correo electrónico que la seguridad de las píldoras abortivas se ha “exagerado mucho”, señalando un estudio de salas de emergencia y datos de Europa y California.
“El dominio cada vez mayor del aborto químico y su contribución desproporcionada a la morbilidad en las salas de emergencia es una grave amenaza para la salud pública, y la Orden Ejecutiva de hoy no hace nada para abordar o mitigar los peligros muy reales para las mujeres, que están probados por datos del mundo real”, añadió Studnicki.
La FDA ha estado bajo presión para rescindir la aprobación de Mifeprex, pero hasta el momento no ha tomado ninguna medida.
Los Laboratorios Danco, que fabrican la píldora, declararon a los medios de comunicación a principios de este año que tienen un suministro «estable y abundante» de la droga.
Más de la mitad de los abortos en 2020 se realizaron a través de la píldora, según el Instituto proaborto Guttmacher.
El Mifeprex se sigue enviando a las mujeres de los 50 estados, a pesar de las prohibiciones al aborto promulgadas recientemente en algunos de estos.
La presidenta del Comité de Salud del Senado, Patty Murray (D-Wash.), entre otros, elogió la orden.
“Estos son pasos buenos e importantes: Pero esta lucha está lejos de terminar”, dijo en un comunicado. “A medida que continuamos viviendo una crisis de atención médica posterior a Roe, insto al presidente a que continúe haciendo todo lo posible para contraatacar y continuaré la lucha aquí en el Congreso”.
Sentencia de la Corte Suprema
La orden de Biden se produce después de que la Corte Suprema anulara el caso Roe vs Wade, la sentencia de 1973 que había declarado el acceso al aborto como un derecho constitucional. En junio, una mayoría del tribunal dijo que la sentencia no tenía fundamento en la legislación estadounidense ni en la Constitución.
Tras el reciente fallo, entraron en vigor varias prohibiciones estatales al aborto, mientras que otras son objeto de batallas judiciales.
Biden denunció las restricciones e instó a la gente a votar en las próximas elecciones intermedias para que el Congreso pueda promulgar una ley que reemplace a Roe vs Wade.
“Necesitamos dos senadores proabortistas adicionales y una cámara proabortista para codificar Roe en la ley”, dijo Biden.
Los demócratas tienen mayorías estrechas tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, pero algunos demócratas están a favor de la vida, al igual que muchos republicanos. La ley de aborto aprobada por la Cámara, que habría ampliado enormemente la aplicación de Roe en términos de acceso al aborto, fue bloqueada por los republicanos y por el senador Joe Manchin (D-W. Va.) en marzo.
Los proyectos de ley en el Senado normalmente requieren 60 votos, lo que significa que se necesitarían más de dos senadores a favor del aborto para aprobar la legislación o un proyecto de ley similar.
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