El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó una visita a la frontera entre Estados Unidos y México para evaluar la creciente crisis de inmigración ilegal y revisar las operaciones de control. Es su primera visita desde que asumió el mando hace dos años.
“Ellos necesitan muchos recursos. Nosotros se los vamos a conseguir”, dijo Biden después de ver de primera mano las condiciones y hablar con los oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
El presidente pasó varias horas recorriendo la frontera en El Paso, Texas, que se ha convertido en un importante punto de entrada para quienes pretenden ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Junto con visitar el Centro de Servicios para Migrantes del Condado de El Paso, también tenía programado reunirse con organizaciones benéficas sin fines de lucro y religiosas que ayudan a los inmigrantes ilegales cuando llegan al país.
Biden se reunió con el personal fronterizo, observó demostraciones de cómo revisan los vehículos, vio partes de la ciudad afectadas por el problema y también vio parte del muro fronterizo.
No está claro si el mandatario habló con algunas de las personas que cruzaron la frontera ilegalmente.
La situación en la frontera ha sido motivo de gran controversia, como lo demuestra la recepción de Biden por parte del gobernador de Texas, Greg Abbott. Según los funcionarios fronterizos, un récord de 2.2 millones de inmigrantes ilegales fueron detenidos en la frontera en el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre de 2022.
Abbott entregó personalmente una carta a Biden. «Su visita de hoy a nuestra frontera sur con México se queda corta en 20,000 millones de dólares y llega dos años tarde», decía la misiva en su inicio.
La carta enumera cinco pasos que el gobernador Abbot quiere que Biden aplique para abordar la inmigración ilegal. Estos incluyen que se implemente de manera total la política de Permanecer en México de la era Trump, qué se continúe con las expulsiones del Título 42, que se apliquen de manera más estricta las leyes de inmigración existentes, que se construya el muro fronterizo y se designe a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas.
Cuando se le preguntó sobre la carta del 8 de enero, Biden dijo que aún no la había leído.
La visita de Biden ha sido vista como un intento de abordar las quejas sobre su política de inmigración. En las últimas semanas, Biden ha anunciado nuevos planes y ha resucitado algunas pautas que en un principio había intentado poner fin.
En respuesta a las críticas sobre su política de inmigración, Biden volvió a implementar el Título 42, que el entonces presidente Donald Trump usó durante la pandemia para contener COVID-19. El Título 42 se ideó por primera vez en 1944 como una forma de prevenir la introducción de enfermedades al país por parte de los inmigrantes.
Biden también ideó un plan para la entrada legal limitada de cubanos, nicaragüenses y haitianos que siguen procedimientos específicos y llegan a Estados Unidos por vía aérea.
Los planes provocaron la ira en ambos lados del debate. Los halcones de la inmigración calificaron las medidas de demasiado blandas y los grupos de ayuda para inmigrantes ilegales acusaron a Biden de seguir el ejemplo de Trump. La seguridad fronteriza ha sido un tema divisivo desde el comienzo de la presidencia de Biden, y se espera que los republicanos lo conviertan en un asunto central cuando el nuevo Congreso se reúna el 9 de enero.
El representante Jim Jordan (R-Ohio) dijo a Fox News el 8 de enero que su partido está dispuesto a trabajar con Biden, aunque el presidente tendrá que estar preparado para tomar algunas decisiones difíciles.
“Ellos han permitido una situación en la que, francamente, ya no tenemos una frontera”, dijo Jordan.
Aparte de la visita del 8 de enero, la única otra funcionaria de la administración que recorrió la frontera fue la vicepresidenta Kamala Harris, en junio de 2021. Desde entonces, Abbott y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, hicieron noticia al enviar autobuses llenos de inmigrantes ilegales a las llamadas ciudades santuario, incluido al menos un autobús que fue dejado cerca de la residencia de Harris en Washington.
Según un promedio de encuestas nacionales de Real Clear Politics, los estadounidenses no están contentos con las políticas fronterizas de Biden. El 58.4 por ciento de los estadounidenses desaprueba el manejo del problema por parte de la administración Biden. Solo el 36.8 por ciento lo aprueba, una diferencia del 21.6 por ciento.
Según los funcionarios de la administración Biden, muchos factores que impulsan la afluencia de inmigrantes están fuera de su control. La pobreza, la corrupción, el crimen y la violencia en otros países están motivando a muchos a buscar una vida mejor en Estados Unidos, según el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Después de la visita a El Paso, Biden tenía previsto viajar a la Ciudad de México para reunirse con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Se espera que los tres líderes norteamericanos discutan muchos problemas que enfrentan sus países, con la inmigración en la lista de estos temas.
Con información de Reuters y The Associated Press
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
